Me desperté con los brazos de Peter rodeándome delicadamente, mas allá se veía el gran campo verde y unos cuantos árboles, sentí frío de inmediato pero antes de sentarme me voltee para poder ver a Peter que aún estaba dormido, sus pestañas cortas se veían magníficamente negras contra sus hermosos pómulos, imaginé sus ojos color mar que escondían esos parpados relajados, su rostro era indescriptible y sus labios eran como el modelo que a un pintor le gustaría reflejar en su lienzo.
-Deberías dejar de mirarme dormido.- murmuro de repente Peter, me hubiera sobresaltado si el sol no me apuntara relajando amenazando con quitarme el frío y ponerme un poco de calor mañanero.
-Es imposible.
-Solo es imposible si lo crees así.- replicó aún con los ojos cerrados, añore esos hermosos ojos que nunca encontraría en ningún lugar en el mundo y de repente los deje de añorar por que ahí estaban a la vista, Peter había abierto los ojos y me miraba, suspiré, ¿tanta belleza como podía estar contenida en un solo cuerpo?
-¿Que tanto miras?, vale, ya se que estoy bueno pero...
-Cállate, ojalá vieras lo que yo veo justo ahora.
-¿Que ves aparte de mi?
-Nada, te veo a ti, exacto, solo te veo a ti, Dios mío, ¿que haremos con tanta belleza?- dije sonriendo sarcásticamente.
-Podrías besarme justo ahora, no sé, solo digo.
-¿Ah si?
-Si, eso es lo que creo.- me dedicó una sonrisa radiante, sonreí.
-Pues has creído mal, ahora vayámonos, tengo cosas que hacer.- me apoyé sobre mis codos y después me puse en pie, lo mire hacía abajo.
-¿Que es mas importante que besarme?- dijo también poniéndose en pie.
-Créeme muchas cosas, demasiadas diría yo.
-¿Una de esas es ver a Cameron?- lo mire atónita, ¿como sabía...?
-Si, una de esas es ver a el chico mas agradable que conozco.- fingí estar mas relajada.
-Después de mi, claro.
-Deberías dejar de creerte el centro del universo.
-¿Es que acaso no lo soy?- dijo empezando a doblar la manta. Sonó mi móvil y Peter y yo nos miramos, cogí mi móvil y era una notificación de Facebook, lo mire con cara de desprecio.
-¿Cameron?- preguntó Peter con ironía para su suerte no lo era.
-Ojalá, una estúpida notificación de Facebook, de esos chicos que se hacen publicaciones como de dos paginas, estúpidos enamorados.- el agacho la cabeza hacia la manta que ya estaba doblada en sus manos.
-Algún día lo harás.- dijo levantando la cabeza, me sentí totalmente desorientada.
-¿El que?
-Te enamorarás.-deje de mirar el sol a medias y centre toda mi atención de repente.
-¿Tu ya...?- formulé mientras veía esos ojos azules.
-No lo sé, hay una chica... no la superé con facilidad, cuatro años, para ser exacto-Peter notó que habría mucho los ojos continuo con calma- pero no, no lo se, la quise tanto... pero no creo que me hubiera enamorado, si quieres saber la realidad de lo que es estar... ya sabes, pregúntaselo a Finn.
-¿Finn? hay por favor, ¿preguntarle? no quiero ver nada de esas cosas de enamorados, ni una sola palabra sobre el tema.-dije arrugando la nariz con asco.
-Esta bien, si es lo que quieres...- dijo mientras cruzaba las piernas para sentarse, lo seguí, nos quedamos mirando el amanecer y hay fue cuando me di cuenta, ¿en realidad algún día lo querría? ¿quería a Peter? ¿algún día me enamoraría? miré a Peter y recordé la noche anterior, cuando me tomó de la mano, ese cosquilleo... cerré los ojos, ojalá que si me llegará a enamorar no me derrumbara o al menos que fuera por alguien que valiera la pena.
ESTÁS LEYENDO
Los prejuicios de Emily [ DETENIDA ]
Teen FictionEmily es una chica de pocos amigos y una resumida familia. Un día por coincidencia conoce a un chico que al parecer es realmente perfecto pero, ¿lo es en realidad? ¿es lo que realmente aparenta? Mientras Emily responde estas preguntas poco a poco de...