Mateo se encontraba en medio de la Plaza Costa del Sol. Su visión era muy borrosa, pero no tanto para darse cuenta de que normalmente la plaza estaría llena de gente, pero por algún extraño motivo estaba vacía. Empezó a caminar por las calles de Torremolinos, pero seguía sin ver a ningún alma viva. Era como si toda la gente de aquella ciudad hubiera desaparecido de repente. Mateo se paró en seco. ¿Esto no había ocurrido ya?
Se despierta sobresaltado. Las gotas de sudor se deslizan por su mejilla y empieza a respirar con fuerza como si necesitase mucho aire. Solo había sido un sueño. Un sueño que, a pesar de repetirse durante esta semana, intentaba olvidar y no prestarle mucha atención. Echa un vistazo al reloj del móvil y se da cuenta que tiene que irse a trabajar. Cuando está a punto de salir, una voz detrás de él le da los buenos días. Se gira y ve a su hermana, Sandra.
- Buenos días a ti también – le responde y acto seguido sale corriendo hacia la librería en la cual trabaja. En realidad, no está muy lejos, está cerca de su casa. Lo bueno de vivir por el centro es que está todo cerca.
No pasa nada interesante en las horas siguientes, solo lo de cada día: se levanta, va a trabajar, sale con su hermana, hace la compra, y termina visitando el cementerio antes de volver a su casa. Cuando llega a su habitación, nota como sus ojos le piden dormir. Antes se va al baño y se mira al espejo. Nunca le han gustado mucho los espejos, no solo es porque no le gusta lo que ve, sino también porque le da la sensación de que puede aparecer alguien de la nada por detrás. Tal vez sea porque ve muchas películas, pero siente que le ha pasado alguna vez. Baja su mirada, sus hombros están tensos. Él está tenso. Se va a la cama con la esperanza de dormir bien esta noche.
Pero el sueño vuelve.
Esta vez era de noche. Ahora se encontraba en la Plaza de La Nogalera. Mateo no podía ver bien por culpa de la niebla que se formaba a su alrededor. De pronto le entró una mala sensación, todo su cuerpo tembló debido al escalofrío. Empezó a mirar por todas partes. Era como si hubiese alguien cerca. Pero no conseguía ver absolutamente nada. La niebla comenzó cada vez a ser más densa, así que Mateo recorrió toda la plaza intentando encontrar la nueva estación de tren, pero ¿dónde se había metido? Era imposible ver con esta niebla. De repente otra vez esa sensación. Se giró cuando sintió una especie de aire frío recorriendo su columna vertebral. Y entonces se despertó.
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El Sueño
Misterio / SuspensoHistoria totalmente original escrito por mí (@bookstroppy en Instagram). Es una historia llamada "El Sueño" de un chico que vive en la ciudad de Torremolinos, Málaga, y se da cuenta de que sus sueños no son lo que parecen.