Thank u "mom"

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Jay

Bajé al living feliz, con una sonrisa en el rostro, y claro, ¿quién no lo estaría después de estar en semejante gloria?. Ni las reprimendas de Soobin pudieron bajarme de las nubes.

—Jay, hola— la voz de Sunghoon me sacó de mi burbuja. Levanté una ceja.

—¿Qué haces aquí?

—Soobin hyung me ha invitado a cenar, dijo que se iba a cambiar y bajaba.

—Pero qué...— miré hacia la escalera donde mi tío iba bajando con mi ropa— ¿Tengo cara de centro comercial? Esas son mis cosas— agregué— ¿Cuando se pasaron los números?

—Eso no importa tesoro— extendió su mano hacia el rubio— ¿Vamos Sunghoonie?

—Sunghoonie?!

—Si, adiós Seongie.

—¡¿Seongie?! ¡No puedes decirme Seongie!

—¿Por qué no?— sonrió— ¿Sólo Won puede gemirlo?— sentí cómo mi cara comenzó a arder. Lo habían escuchado todo.

—Sunghoon, te estás juntando mucho con Soobin.

—Ya cariño, me encantaría quedarme a platicar contigo sobre gemidos y pasivos pero debemos irnos o llegaremos tarde a nuestra reservación— pellizcó mi mejilla y se marcharon.

—No jodan, ¿Ahora será "tío Sunghoon ”?

🖤

—Seongie— Jungwon estaba tirado en el sofá— Tengo hambre.

—Pues yo no— miré la hora—. Recién son las seis y tanto de la tarde, ¿salgamos a caminar?

—Noooo— hizo una voz de bebé—. Tengo hambre.

—Tendrás que conformarte con mis labios, no te voy a cocinar tan temprano.

—Yo quiero comida de verdad― me sacó la lengua.

—Pues te jodes mi amor, ¿salgamos?

—Está bien— se colocó zapatillas y nos fuimos a una zona verde que quedaba al lado contrario de los parques. Corría una brisa agradable y estábamos sentados en el pasto, abrazados.

—Uy, si son tan adorables— un timbre feminino se mezcló con el viento—. Pero aún no puedo creer que me hayas abandonado por ese chico— Ryujin llegó de la mano con un joven muy alto y guapo.

—No te costó encontrar a alguien que cumpliera tus caprichos, ¿eh Ryujin?— ella rió.

—Dices tantas estupideces juntas que me sorprendes Jay— nos lanzó una lata de bebida— Ay, se me soltó de las manos, adiós— lanzó un beso al aire y se marchó junto a su novio. Rodé los ojos y sonreí.

—Siempre me cayó mal— Won apoyó su cabeza en mi hombro.

—Lo sé, tu cara era un espectáculo cada vez que nos veías— reí— Era muy tierno— besé su oreja.

—Por cierto Seongie, Naye me preguntó si podía ir a comprar el vestido de novia con ella mañana, así qué no iré a clases— me dedicó es bella sonrisa suya y pasé mi dedo pulgar por su labio inferior.

—Dime Won, ¿te casarías conmigo algún día?

—Claro que si Seongie, sólo hay que esperar.