𝖊𝖑 𝖙𝖆𝖑𝖑𝖊𝖗 𝖉𝖊 𝖊𝖑 𝖈𝖗𝖊𝖆𝖉𝖔𝖗

|||-[ 𝕕𝕚𝕤𝕔𝕦𝕤𝕚𝕠́𝕟]-

- perdóname padre yo no!..lo siento de verdad!- el angel importaba perdón de rodillas ante aquel hombre. - apartarte la venda de ti, estuviste cerca de la mujer a la que claramente te dije que no te acercaras!-

El hombre parecía
Muy molesto, no por el echo de que le quitarán la venda , parecía más enojado por el echo de que estuvo cerca de aquella mujer.

- perdóneme padre yo...yo-

- ¿𝖖𝖚𝖊 𝖋𝖚𝖊 𝖑𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖔𝖈𝖚𝖗𝖗𝖎𝖔? -

Después de escuchar esta pregunta
El angel tomo un leve suspiro .

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Una vez más,
Aquel ángel estaba en el jardín, al rededor de el paseaban hermosas mariposas, el no las veía pero podia sentir sus alas y tocarlas levemente con cariño y suavidad, desde lejos nuevamente estaba Lilith, pero esta vez ella solo lo observaba pues no quería que el escapara nuevamente.

Poco a poco y con suavidad ella se
Logro acerca a el angel , al Acer este acercamiento todas las mariposas entonces el joven puso saber de la presencia de Lilith, preocupado trato de irse pero ella lo detuvo.

-espera!, Esta vez...prometo no tratar de quitarte la venda- dijo ella mientras se sentaba en el pasto, el sabía que estaba mal y que el creador se enojaría con el, pero no pudo evitar, el también era curioso y la voz dulce de la chica lo hipnotizaba , así que se hacerca y se sentó tomando distancia.

Lilith trataba de hablar
Con el chico, pero el solo daba respuestas secas y rápidas, pues sabía que no era correcto estar cerca de ella, además que el realmente nunca había tenido conversaciones con alguien que no fuera el gran creador.

-entonces,¿tu no puedes quitarte está cosa?-
Pregunto Lilith hacia el joven el cual dió una respuesta rápida un simple "no" basto para que ella empezará a tener un sentimiento de incomodidad.

Pronto empezó a oscurecer
Entonces aquel chico empezó a alejarse para poder regresar a su lugar a lado de el gran creador, aunque la mujer lo seguía de cerca, el trato una y mil veces alejarla pero ella era persistentes.

-jaja~, vamos vamos!- dulces risas a en la distancia, de Lilith y de aquel ángel
Pues ella logro convencerlo de seguirla.

Pronto ambos
Estuvieron en un lago, no era tan profundo así que el joven podía caminar en el sin mucho problema, ella tomó sus manos y lo guiaba.
Poco a poco empezaron a jugar, cuál pequeños niños, en algún momento Lilith tropezó, callendo sobre aquel joven.

-jiji~, eso fue, divertido- devia algo ajitaba de tanto reír , sin darse cuanta la venda de el angel había Sido arrebatada de sus ojos, entonces el los abrió quitando sus ojos por el agua que había caído en ellos.

El chico poco a poco
Se fue acostumbrando a la oscuridad y la luz tenue de la luna que los rodeaba a ambos, poco a poco se levantó y la mujer lo ayudo , entonces el la miro a los ojos por primera vez, así ,logrando ver su gran belleza, y ella viendo por completo la belleza de el que tenía enfrente.
El se asusto por el terrible
Pecado que había cometido no solo se  acerco cuando claramente se le ordenó alejarse y ahora también había arrebatado la venda de sus ojos.
Tomo la venda y se alejo corriendo del lugar, trato de escapar lo antes posible, iba a tomar vuelo de regreso con el creador cuando la joven lo tomo de la mano.

- espera por favor!- el se detuvo pues sabía que si se alejaba podía lastimar la
Poco a poco se calmo y nuevamente se acerco

El miro un poco a Lilith
Ella se disculpo por haber arrebatado la tela que cubría sus ojos, entonces el al ver que ella realmente estaba arrepentida acepto la disculpa, entonces se alejo lo más rápido que pudo, puso la venda sobre sus ojos y regreso junto a el creador.

-llegas tardé- al decir esto odservo a el joven y pudo ver con claridad que la venda estaba mojada y algo sucia además que mal atada, y supuso lo que pasó, y enojado dió una fuerte bofetada a el joven.

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-no queda otra opcion- miro firmemente a el joven.

El que por fin fue arrebatado
De la venda pudo apreciar con claridad los ojos de irá de su creador.

-ya no eres digno del cielo ni del lugar
Que te otorgue cómo mi mano derecha- esto que dijo lo pronunció con tal molestia que  parecía que aria estremecer la tierra.

Y lo último que se escuchó
En esa sala fue...

- 𝖊𝖘 𝖍𝖔𝖗𝖆 𝖉𝖊 𝖕𝖚𝖗𝖎𝖋𝖎𝖈𝖆𝖗 𝖙𝖚́ 𝖉𝖊́𝖇𝖎𝖑 𝖆𝖑𝖒𝖆 -