Capitulo 18

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CAPÍTULO 18

Ese lugar era extraño para ml, no reconocía nada, Artemis pinto mi cabello con sus manos lo hizo negro y lo corto deshizo mis dos colitas dijo que así nadie que me. Quisiera hacer daño lo haría, me puso un collar para ocultar mi ser decía que lucifer me encontraría y eliminaria, soñaba con ese hombre todas las noches y jamás eran sueños que me dieran miedo veía su lindo rostro pero Artemis decía que era por que el quería que confiara en el, yo creía eno esposo el curó de mis heridas y era cariñoso. El me había dado en dije que me protegía mi identidad según el otros seres celestiales podían sentirme o lucifer ese hombre que me mataría. 

Ya habían pasado casi 5 meses de ese día y estaba mas tranquila 

-Dime algo Artemis alguna vez has visto el rostro de ese hombre 

-no jamás no se como sea 

-sabes estoy pensando en buscar un trabajo para ayudar con los gastos de la casa se que no alcanza para todo 

-no es necesario luna yo puedo ...

Lo detuve no me sentía cómoda siendo una inútil algo me decía que siempre fui muy activa.

-no, y no discutiré eso, soy tu esposa no debo ayudarte 

Sonrió sabía que no podría convencerme de lo contrario

-ok entonces solo ten cuidado si por favor

-si lo prometo...ademas este collar te protege no te lo quites por nada luna

Salí a la calle para mi era algo nuevo no sabía que hacer ni donde buscar no sabía hacer nada así que era difícil encontrar trabajo Camine por muchas horas hasta que llegué a ese letrero una persona para limpiar un despacho eso era raro pero pregunte y pagaban bien, hice una entrevista y la persona me contrato.

Empezaba mañana. 

Regrese a casa muy contenta esa casa era enorme y yo por fin me sentiría útil, no estaría más encerrada

-Artemis conseguí trabajo lo puedes creer

Lo abrace el jamas me Besaba o intentaba algo mas eso me daba gusto.

-de verdad ¿donde ?

-en un despacho solo haré la limpieza de ese lugar 

-Estas segura no tienes que hacerlo luna

-pero lo haré ok

-esta bien, vamos a descansar 

Llegue a esa casa enorme cuando me abrieron todo era mágico y lujoso en la entrada había unas enormes escaleras forradas con alfombras rojas de un lado estaba un gran recibidor con unas ventanas que dejaban ver el hermoso jardín. Camine por un pasillo Hasta una puerta enorme de madera

-pasa luna este es el despacho del cual te encargarás ok 

-si gracias diamante eres muy amable 

-esta muy sucio mi amo no entra aquí desde hace mucho tiempo así que no ha sido limpiado 

-yo haré mi mejor esfuerzo. 

-hasta las 3 de la tarde será tu turno puedes ir al a cocina a c desayunar algo espero y te sientas cómoda

-ok gracias 

Comencé a limpiar era muy grande este lugar las cosas se veían finas y las pinturas más, algo en este lugar me. Ponía nerviosa. 

Ya llevaba dos semanas ahí arreglando todo ese hombre de la foto jamás venía a esta casa pero todo estaba siempre para recibirlo era el hombre más guapo que había visto alto de piel blanca y ojos zafiro su cabello color azabache cada vez que veía su imagen me dejaba sin aliento.

Ese día salí del despacho para desayunar cuando regrese lo vi, era el. Hombre del retrato no se por que mis ojos empezaron a llorar 

El me. Miro con esos hermosos ojos zafiro 

-¿tu quien eres? —dijo fríamente — ¿que haces entrando a mi despacho?  

Estaba congelada no sabía que decir si en la foto me dejaba sin aliento en persona ni el aire pasaba estaba cruzado de brazos frente a mi con el ceño fruncido

-yo...

-amo ella es la mujer que se ha encargado de la limpieza, luna por hoy es todo puedes irte. 

Yo estaba inmóvil mis pies no me respondían 

-luna!! —grito diamante —

-perdón si.. Con permiso

Dije casi en un susurro

-dejala terminar ok no me molesta 

Diamante me detuvo y me sonrio

-entonces termina luna 

-si ... Claro.. Yo... Lo haré

entre a limpiar su despacho era más grande que toda mi casa .

Seguí con mi trabajo estaba subiendo una escalera para limpiar un anaquel cuando se resbaló mi pie y el estaba ahí de repente caí en sus brazos mi corazón se agitó tanto que no podía respirar 

El me miraba detenidamente y su corazón también latía, parecía que el tiempo se había congelado el me miraba y yo a él. Sentía una energía que recorría mi cuerpo como si sus brazos fueran mi lugar favorito y su pecho era tan cálido era raro pero me sentía tan cómoda ahí. 

-Estas bien señorita luna

-si señor gracias perdón 

-no se preocupe 

Me llevo al sillón y ofrecío un vaso de agua 

-estoy bien no se preocupe 

-ahí quedate ok 

-gracias, prometo que no volverá a pasar no quiero que me corra

-te caíste ¿porque lo haría ?

-lo siento solo que dicen que es usted un ogro —tape mi boca —

Sonrió 

-pero no diré nada por esta ocasión así que quedate tranquila

Me levante y seguí con mi trabajo no podía evitar mirarlo y sentir que mis mejillas se sonrojaban cuando lo veía, eso no me pasaba ni con mi esposo. 

Pase toda la tarde con el corazón agitado, pero por alguna extraña razón no quería irme y dejar de verlo. 

lucifer el chico del traje rojo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora