XXXIV

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—¿Y Gun? — preguntó Bright cuando fue hacia el comedor, viendo que seguían siendo ellos tres.

Ohm parecía ofendido, y se encogió de hombros como si no tuviera importancia.

—Se fue con Off— respondió Nanon sin más.

Bright iba a comentar algo, pero notó a Win negar y permaneció en silencio.

—¡Niños! — la señora Opas apareció desde a cocina, con una sonrisa alegre, mientras secaba sus manos con un trapo—. Las pizzas están listas, ¿Alguno quiere ayudarme a traerlas? Bai ya hizo bastante.

El pelirrojo sonrió con suficiencia, y volteó para mirar a Ohm, quien se dio cuenta de que todas las miradas habían caído en él, sin decir nada, se levantó para ir a la cocina siguiendo a la señora Opas.

Bright se sentó junto a Win, tomando su mano con cariño.

—¿La estás pasando bien? — le preguntó.

Win hizo una mueca.

Casi no estuviste con-migo— murmuró el castaño.

Bright dejó un pequeño beso en su mejilla.

—Lo sé, bebé, pero no quiero que hagas nada en tu cumpleaños, por eso lo estuve haciendo yo— sonrió un poco.

Win quiso decirle que no era necesario, que lo podía hacerlo él mismo, o que lo podían hacer juntos, pero su novio no lo dejaría, Bright siempre quería hacer todo por él.

—Win, ¿Recuerdas que te comenté que estaba buscando trabajo, no?

Win tardó un momento en recordar esa conversación, una de las tantas que tenían antes de dormir, cuando lo hizo, asintió.

—Pues, cuando consiga uno, voy a estar menos tiempo contigo, o en casa, puede que incluso vuelva muy tarde— dijo, notó a Win abrir sus ojos un poco de más, con lo que parecía preocupación—. Lo que quiero decir, es que no siempre vamos a estar tan juntos como estamos ahora, y te pido que no te sientas mal por no estar en todo momento contigo.

Win sólo asintió, Bright notó su vista bajar, mirando su regazo, un pequeño puchero se marcó en sus labios.

La idea de estar lejos de Bright por ocho horas, horario promedio de trabajo, no le gustaba, y en parte le asustaba por si volvía a tener algún ataque de pánico y Bright no estaba para consolarlo.

—¡Dejen los cariñitos! — gritó Ohm, volviendo de la cocina, haciendo que Bright saltará un poco por el sorpresivo grito, lo vió cargando una bandeja con la pizza ya cortada, dejándola en la mesa sin mucho cuidado—. Coman algo que no sea sus labios por una vez en el día.

Bright frunció el ceño, molesto por esa clase de comentarios de su amigo.

Notó al peli-rosa reír por su expresión, el chico se acercó a él para tomar su mentón y alzar su rostro un poco, Bright pensó en gruñirle, pero una mueca molesta le reemplazó.

—A menos que quieras comerme a mí, lindo— Ohmle guiñó un ojo.

Escucharon risas y Bright apartó a Ohm a manotazos.

—Ni con Nanonie eres tan cariñoso, idiota— dijo el pelirrojo, a lo que Ohm se encogió de hombros con una sonrisa, tomando una porción de pizza antes de sentarse.

—Es que nunca puedo competir contra ti, Bright— dijo Nanon, acercando su silla hacia la mesa—. Yo dejaría a Ohm por ti, eres más lindo— añadió, sólo para molestarlo.

Win rió cuando vió el rubor subir a las pálidas mejillas de Bright.

—Qué amigos más molestos— murmuró el mayor, antes de morder generosamente una porción de pizza, esperando que con la comida los demás se callaran.

—Qué amigos más molestos— murmuró el mayor, antes de morder generosamente una porción de pizza, esperando que con la comida los demás se callaran

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☆ Loud ☆ Brightwin ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora