Recuerdos y Pensamientos

2.7K 41 1
                                    

Casa de Denis en  la mañana

Las imágenes de la fiesta  empezaban a rodearlo en su cabeza, miro como el rostro de Javier aparecía en medio de una oscuridad y le decía : Eres un cobarde. Y de repente aparecía el rostro de Susana y le repetía lo mismo y sus demás compañeros de la Universidad, los cuales se reían de él una y otra vez hasta que las risas se detuvieron y vio claramente unos ojos brillantes en esa misma oscuridad que lo miraban con odio y rencor.

Con esto Denis se levanto de la cama asustado, abrumado por la mirada de esos ojos. Miro alrededor de su cuarto y se sintió avergonzado, pues se acordó de inmediato de lo ocurrido la noche anterior, se puso la mano izquierda en la frente, pensando como poco a poco ha sido llevado a hacer cosas que dos años antes ni siquiera por su mente hubiera hecho, ni en sueños, ahora las cosas eran todas posibles para él, y lo peor para él es que mantenía y una doble forma de actuar, como dos hombres diferentes y eso lo hacía sentir hipócrita con el mismo, pues como podía comportarse así, con esto se sentó en la cama y se volvió a quedar pensativo, y miraba las cosas que había en su cuarto, las paredes sin pintar, mostrando el grisáceo color del cemento, algunos póster pegados en el mismo, un equipo mediano de sonido, su mueble para guardar ropa, algo viejo pero practico, al igual que su cama de madera, se levantó y camino vestido con unos pantalones negros cortos y un suéter gris de mangas cortas, camino por los angostos pasillos, hasta llegar al baño, donde se lavó la cara y los dientes, la hacer lo último se miraba fijamente en el espejo, pensando en su vida, sus decisiones, sus errores y de cómo ha cambiado tanto. En esto un anciano paso por la puerta del baño y se volteó al verlo en el mismo.

Así que te levantases-dijo-que bueno. No me di cuenta cuando llegaste, espero que te haya ido bien anoche en tu asunto, bueno el desayuno esta en la mesa sírvete, debo ir a hacer unas cosas y vuelvo al mediodía, si  tienes que salir, llévale la máquina de cortar césped a Núñez y dile que gracias, ok. Me voy.

Esta bien, abuelo-contesto- te haré el favor. Tienes dinero, me quede sin nada.

Te dejo diez balboas en la mesa con el desayuno, no te lo gastes todo, me tengo que ir que voy tarde, adiós.

En esto se alejo de él y se oyó el sonido de sus pasos al llegar a la puerta y como esta se abría y cerraba apresuradamente. Camino a la cocina, la cual mostraba mas decencia que el cuarto de él, pintado con el color del frente de la casa y con una estufa pequeña y una alacena del mismo tamaño, lo que mostraba que aquel anciano no tenía un hogar arreglado para vivir con una familia. Denis se sentó en la mesa y se comió inmediata mente lo que había allí, huevos fritos y pan tostado, bebiéndolo con un vaso de jugo de naranja, al beberlo, recordó que desde niño, el abuelo le había inculcado el valor de tomar siempre un jugo de naranja. Cuando trabaja en la Zona del Canal, esos gringos tomaban mucho jugo de naranja y de tanto verlos se me pegó-le dijo una vez, y pensó que su abuelo ha sido un buen hombre y que lo había criado bien durante todos estos años y que su relación ha sido muy normal, pero desde los últimos meses se había vuelto un poco fría, debido al comportamiento que había tenido desde que empezó a estar en la Universidad y a convivir con sus nuevos compañeros, en especial Javier y Susana, ya no era lo mismo estudiar en La Chorrera, que en la capital, las cosas eran muy distintas y más con la clase de vida que sus compañeros llevan, la secundaria no era igual a esta nueva etapa y ya la presión la estaba sintiendo, desde niño su abuelo lo crió en la fe protestante, bautista desde el principio, ya que su abuelo fue convertido por uno de sus compañeros norteamericanos y desde ese momento aprendió de él todo lo posible en aquella religión de extranjeros como le decían sus vecinos, aquello ocurrió por los años sesenta, cuando las relaciones con los norteamericanos se recrudecieron por los eventos del 64´, pero su abuelo, quien fue obrero en las esclusas de Miraflores, se mantuvo trabajando hasta jubilarse y ver como la historia cambiaba en su país, pero su fe no cambió, a pesar de que la abuela lo dejo por otro hombre, ya que no soportaba que su abuelo hablara de religión todo el tiempo, y la muerte de su único hijo fue otro golpe duro durante la invasión del 89´, el cual era miembro de las desaparecidas Fuerzas de Defensa, algo que mi padre hizo para enojar a mi abuelo, de niño recordaba las peleas que tenían debido a lo que hizo, pero estos pensamientos que lo hacían divagar más y más en cosas que no quería recordar durante el desayuno, le hizo sentar los pies en tierra. Termino su desayuno y se vistió, miró televisión como por una hora, esperando el momento de salir, a eso del mediodía tomo la maquina y después de asegurarse de cerrar la puerta con llave, salió, ya eran muchas cosas en la que pensaba, pero se acordó del sueño y pensó muy bien las cosas, ya que le parecía muy extraño el final de ese sueño y mientras caminaba por la calle no se daba cuenta que el resplandeciente caminaba junto a él de lo más tranquilo, y ambos tomaron camino hacia la casa del señor Núñez.

Los Eternos (Manuscrito Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora