Bosques del Darien
Era un lugar profundamente inhóspito, y lejano, es la Serranía del Majé, donde solo los aborígenes del lugar se atreven a caminar por estos lugares, lleno de árboles, caobas y cedros amargos, los cuales están llenos de bejucos y epifatas, como si vistieran a dichos árboles de alguna desnudez que fueran necesaria esconder, en especial en la copa de los mismos, todo este marco de belleza natural desde lo lejos nos hace pensar que fuera un océano verde que no tiene fin, dichos parajes no tienen silencio, ya que las aves y animales que lo habitan, al unísono, cantan sus sonidos intermitentes como el mono araña, el mono titi, el búho penachudo, y el colibrí pardo.
En medio de esta fauna salvaje una presencia perturba a algunas aves posadas en los árboles, las cuales elevan vuelo como si hubieran visto algo terrible, lo mismo ocurre con los monos que no cesan de cantar al moverse entre los árboles, dejando aquel paraje casi sin ningún ser vivo cerca de ahí, en medio de este bosque, aparecen dos figuras, una es la reconocida sombra que estaba en la fiesta, vistiendo su manto negro, pero cubriéndose el rostro mostrando solo su nariz y boca con forma humana, a su lado un ser de mayor tamaño cubierto con una manta roja, ambos flotaban en el aire con sumo respeto con las cabezas agachadas y las manos juntas, pero las mismas no se podían observar debido ver, debido a que los mantos los cubrían, se movieron unos metros hasta que sintieron lo mismo que aquel paraje; un fuerte viento estremeció el lugar y ante ellos apareció un ser mucho mayor tamaño, vestido con una capa gris, muy parecida a las togas romanas de la antigüedad, su cabello verde como aquellos bosques, sus ojos también, estaba parado ante ellos y un brillo en esos ojos hizo que empezaran a caer hojas de árboles en todo el lugar en donde estaban, muy parecido a lo que hacia el resplandeciente con las plumas de ave blanca, las mismas se movían con aquel viento formando una cola larguísima siguiendo la dirección del viento, así siguió hasta colocarse detrás de aquel ser y forma un trono con todas las hojas, aquel se sentó en el trono y miles de seres con capas verdes aparecieron a su izquierda y derecha, todos llevaban diademas doradas en las cabezas con forma de hojas, tenían los cabellos de diversos colores, pero el mismo ropaje. Ante el las dos figuras se detuvieron y doblaron una rodilla en señal de respeto.
Saludos, Darién, señor de estas tierras, uno de los grandes príncipes de los bosques del mundo y jefe de tus huestes, los ángeles de la naturaleza. Dijo el ser con yelmo de dragón.
Ustedes son los ángeles del suicidio, los dragones púrpuras, un ángel y un arcángel, a que debo su visita, que puedo hacer por ustedes, aquí no es necesario su influencia, aquí mi poder es suficiente para tener el control que deseo, toda la provincia es mía, nadie me puede vencer mis ángeles ni a mi.
Señor- respondió otra vez el del yelmo de dragón- algo extraño ha sucedido en la capital, una presencia diferente ha llegado, una muy importante, temo que si se ha presentado es por que algo muy peligroso va a suceder.
Tú, temes a un ángel que te venció con un dedo, si eres tan débil como un rata que vive en mi bosque, en la tierra tienen sus casas, así es tu poder, hasta el más débil de mis ángeles puede vencerte.
No hemos venido aquí a que se burle de nuestras opiniones, ni de nuestro poder-con esto se levanto y enseño las garras que llevaba cubiertas por el manto negro-si hemos de hacer valer nuestras palabras con hechos lo haremos, mi maestro y yo somos lo suficientemente fuertes para darles una lección.
En esto tres ángeles del sequito de Darién se pusieron en frente de ellos, el compañero del insultado no decía palabra se mantenía en la posición que asumió al ver a Darién, los tres seres levantaron sus manos y una lluvia de hojas de árboles se dirigió hacia los dos personajes, el de yelmo de dragón levanto las suyas y como una pared invisible detuvo el singular ataque de los tres seres, mientras Darién sonreía de placer al ver la escena, se mantuvieron así un minuto cuando de repente un pequeño temblor sacudió el lugar y una voz como de trueno tronó en medio de ellos.
Deténganse y muéstrenme respeto- chillo- al instante el ser con garras de dragón y los tres seres detuvieron sus ataques y empezaron a arrodillarse al suelo lentamente, lo demás ángeles les empezó a suceder lo mismo, menos a Darién, quien se levanto de su trono, el cual se desintegró, y cambio el aspecto de su faz, aspecto de terror y miedo, y puso una rodilla en tierra igual que el ser que estaba al lado del ángel del suicidio, el cual se mantenía en la misma posición. Mientras detrás de él y caminando vestido como un hombre de negocios humanos, con trajes elegantes negros, la corbata era azul puro con rayas blancas y zapatos de la mas fina hechura y una gran chaqueta negras que le llegaba hasta los tobillos, caminaba y un pequeño temblor sonaba con sus pasos.
Se paró en medio de los dos bandos y levanto sus manos, mostrando los guantes negros que llevaba, junto sus manos como por doce pulgadas, ahí se detuvo y unos truenos dorados empezaron a formarse en aquel espacio y entonces las separo hacia los cuatro contendientes y los truenos que eran pequeños en sus manos a salir hacia los tres ángeles verdes y el ángel del suicidio, creció como el tamaño que tienen los truenos al caer en tierra. Al tocarlos fueron enviados lejos muy lejos, como quinientos metros por cada lado, los cuatros gritaron de dolor al volar a sus respectivos destinos. Con esto aquel ser mostró una mirada de odio hacia todos los presentes y empezó a hablar.
Los reúno aquí para tratar temas importantes que afectan a esta región y se pelean entre ustedes, si vuelve a suceder esto en mi presencia, les voy a dar mas duro que a estos.
Entonces todos respondieron-Así sea.
Al momento aparecieron cientos de seres por todo el bosque de diversas clases y colores, formas humanas y otras indescriptibles todas de rodillas ante aquel ser.
Al decir esto se elevo a cierta altura y empezó lo que seria una gran reunion.
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Los Eternos (Manuscrito Original)
AdventureUna batalla invisible se libra todos los dias ante nuestros ojos, Oscuros y Brillantes pelean por las almas de los hombres desde los primeros dias de la humanidad. El destino de las personas va mas alla de nuestras decisiones, un pensamiento y una a...