Las afueras de Londres, 1802
El campamento gitano, con sus coloridos carromatos agrupados en torno a una enorme fogata y sus gentes llenas de vida, que cantaban y bailaban por doquier, era un estallido de luces y fiesta que cobraban vida en mitad de la noche. Para cualquier extraño, se revelaba como un mundo mágico; para una joven de apenas catorce años, representaba toda una nueva aventura.
Ese día había sido su cumpleaños y Josette se hallaba extasiada enseñando a sus amigos su más preciado presente: una moneda que su querido abuelo le había regalado y por la que, sin duda, había pagado una pequeña fortuna, ya que se trataba de una auténtica moneda romana de oro, un aereus, que portaba un grabado del rostro solemne de César en el anverso y, en el reverso, la famosa frase latina que el mismo pronunció ensalzándose por su rapidez en la victoria de la batalla de Zela:
«Veni, Vidi, Vici».Era, definitivamente, el día más dichoso para Josette, una joven adinerada colmada de regalos, con un futuro prometedor y que, cómo colofón, había hallado en un terreno cercano un pequeño campamento gitano.
Aunque sus mayores le habían advertido una y otra vez acerca de los taimados que eran estos personajes, ella siempre había querido aventurarse en su mundo para ver bailar a las bonitas y salvajes mujeres alrededor del fuego. A sus jóvenes oídos habían llegado los rumores de lo apasionadas que podían llegar a ser.¿Cómo le sonreiría la fortuna ese día? Quizás pudiera tener a su primera mujer esa noche y que está fuera una bella y fogosa zíngara.
Cuando Josette y sus compañeros llegaron junto a la hoguera, un niño harapiento atendió sus monturas y el jefe del clan salió a recibirlos o echarlos del lugar, cualquiera sabía lo que podía pasar entre gitanos y nobles si no había dinero de por medio, así que Josette saco pecho y reveló su título nobiliario lo primero, pero no para parecer importante, sino para demostrar que sus bolsillos no carecían de parné.
-Buenas noches, jóvenes, ¿Qué les trae a mi humilde campamento? - pregunto un hombre de mediana edad vestido con ropas más elegantes que los demás y con un pendiente de oro en la oreja izquierda.
-Soy Lady Josette Parker, futura condesa de Wilmore. Pasábamos cerca de aquí cuando vimos vuestras luces y oímos vuestra música. Como nosotros también estamos de celebración, hemos decidido unirnos a vuestra fiesta, Si no los permitís - respondió Josette con firmeza, sin dejarse intimidar por la presencia de los gitanos.
-¿Y puedo preguntaros, excelencia, qué estáis celebrando en este día tan señalado para nosotros? - quiso saber el patriarca del clan con un ligero tono de burla ante la bravura de una joven tan arrogante.
-Mi cumpleaños, señor - contestó Josette, muy formal.
-Llámame Giorgio - propuso el jefe gitano -, a mí lo de señor me sobra. Lamento decirte que nosotros también estamos celebrando un cumpleaños: el de mi ahijada Hope. Hoy cumple nueve, y para ella también es un día muy importante. No creo que quiera que ninguna joven le haga sombra en su fiesta, así que, antes de que te dé mi aprobación, tendrás que hablar con ella y pedirle su permiso para unirte a nosotros.
-Bien, ¿Y dónde se encuentra ella para que pueda solicitarle su conformidad? - inquirió Josette, algo molesto por tener que pedir autorización a una niña pequeña.
-Allí, bailando junto al fuego - contestó Giorgio con una pícara sonrisa mientras señalaba una pequeña figura que se movía alrededor de la fogata.
Josette se pregunto durante unos instantes porque sonreía Giorgio ante la idea de que viera bailar a una criada de tan solo nueve años. Cuando comenzó el baile, lo comprendio. Era como si ella formará parte de las llamas; danzaba con una pasión única, y no parecía una niña, aunque tampoco era una mujer, sino que se asemejaba a un ser fantástico, mágico, cautivador, que hechizaba con su baile y comunicaba su alegría o su dolor.

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Jugando La Conquista (Adaptación Hosie)
FanfictionHope, igual que sus hermanas, se vio obligada a sobrevivir en los bajos fondos de Londres cuando su tío trato de deshacerse de ellas para evitar que cobraran la herencia de su abuela. El día que la pequeña cumple nueve años, celebrarán la fiesta en...