CAPÍTULO V

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  Félix regreso al reino del norte, Adrien había logrado regresar a su recamara sin que nadie lo haya visto, por suerte y nadie se había enterado de su escapada fuera de los límites del reino, durmió sintiendose plenamente feliz sin saber la razón, tal vez haya sido el volver a ver a su primo, o tal vez fue el agradable aroma de Luka.

—Príncipe—llamó Nathalie desde la puerta.

—¿que ocurre?—.

—Su aroma es muy fuerte, acaso usted ¿a tenido su primer celo?—.

—y-yo—estaba nervioso—creo que no.

—¿Ha tenido calor?—.

—sólo un poco—.

—Tal vez aún no sea el momento adecuado, pero ya está en edad de que aparezca, si siente algún malestar, avíseme de inmediato su majestad—Nathalie no espero respuesta y se fue a terminar su trabajo, estaba demasiado ocupada estos últimos días.

  La noche había llegado, Adrien descansaba de un largo día, pero su cuerpo no quería descansar, su lobo aún seguía en calor, y Chat Noir se había despertado completamente, eso hacía más difícil el poder descansar.

—Ahh~—sólo podía aguantar las ganas de salir del bosque e ir a la cabaña de Luka, quería sentir sus feromonas con aroma a bosque, quería ser tocado por su alfa, o eso es lo que quería su omega.

  No soporto más y salió por la ventana rumbo a la cabaña, por suerte el camino se lo había aprendido.

  Luka

  El día fue cansado, primero arregle todos los papeles que me hacían falta,  después lo del príncipe del reino sur, y por último Viperion no quiere hablar más conmigo.

  Escuche ruidos fuera de mi cabaña, pero no eran normales, salí para averiguar de que se trataba y grande fue la sorpresa que me lleve al ver a Adrien como Chat Noir no tan lejos.

—¿Adrien?—.

—Viperion~—lo escuche decir.

  El se acercó hasta mi y me abrazo, escondió su rostro entre mi hombro y cuello, así de cerca podía sentir el calor de su cuerpo y el aroma tan adictivo que desprendía.

  Lo cargue estilo nupcial y lo metí a mi cabaña, lo lleve hasta mi recamara y lo acosté en mi cama, en cuanto lo solté, el se restregaba contra mis sábanas y almohadas.

  Quise acercarme a él, y fue al mismo tiempo que el se destransformo, y ahora mostraba una pijama que consistía en una playera negra y un short blanco que hacía lucir sus piernas, mi cuerpo comenzó a reaccionar, eso no era bueno.

—Adrien, ¿por qué regresaste? tienes que irte a tu reino—dije, pero él solo me ignoro.

  Me senté en la cama, y sentí un peso en mis piernas, Adrien se había sentado en mi regazo, hundió de nuevo su rostro en mi cuello mientras jadeaba y temblaba.

  Mi cuerpo reaccionó, pude sentir que mi pantalón me apretaba, poco a poco todo el autocontrol que mantenía se esfumaba en segundos, mi cuerpo al igual que el de él comenzó a calentarse, no sabía que hacer. Lo quite de mi regazo para salir de la habitación, fui hasta mi oficina y tomé el teléfono, llamé a Félix, pero este no contestaba, tarde alrededor de cinco minutos tratando de llamarlo, pero en todas las veces la respuesta fue la misma, nadie contestaba.

  El olor se expandía por toda la cabaña, ya no podía soportar más, subí las escaleras hasta mi habitación, la abrí, y vi el cuerpo semi desnudo de Adrien, cerré la puerta y me acerque a él, mi razonamiento se había esfumado por completo y mi parte salvaje me estaba dominando.

—Omega~—mi lobo llamó.

—Alfa~—contestó.

  El seguía acostado en mi cama solo con short, la playera ya no estaba en su cuerpo, estaba tirada en el piso.

  Acerque mi mano a su rostro, acaricie su mejilla y acerque mis labios a los suyos, lo bese suave al principio pero el estaba tan desesperado como mi lobo, el beso se hizo más apasionado y profundo, nuestras lenguas se tocaban y peleaban  por el dominio.

  Me subí arriba de él, tomé sus manos y las puse cada una a lado de su cabeza, lo bese tan desesperadamente, mis besos fueron bajando hasta su cuello y pecho, sus pequeños botones rosados resaltaban, estaban duros, sin importarme como vaya a reaccionar, tome uno de sus botones y lo bese, lambie, chupe y succione, mientras Adrien jadeaba, gemia y se retorcía de placer.

—Grrr—mi lobo gruñó.

—L-Luka~—Ese gemido vasto para que Viperion tomará el control.

—Chat~—llamó el mayor en busca de su amado.

—Viperion~—La cordura se había desvanecido, sin pensar en las consecuencias qué traeria su encuentro, se dejaron llevar por el placer y el amor.

Esa noche en medio del bosque, dos amantes se entregaron sin importarles nada.


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