La despedida de Hagrid

Se encontró sentado en su sofá frente a la mesa de la televisión en donde estaba la carta abierta que acababa de leer.

Hermione estaba con las piernas dobladas arriba del sofá, mientras las rodeaba con los brazos. Por sus mejillas corrieron lágrimas que se perdían por debajo de su mentón, pues todavía estaba asimilando que había llegado el día del funeral de su amigo semi gigante, quien había desaparecido días atrás por una rara enfermedad que había contraído.

Según lo que la profesora McGonagall había informado, Hagrid estaba haciendo una investigación en las montañas, sobre ciertas criaturas mágicas que tenía la intención de enseñarle a sus alumnos en Hogwarts, y contrajo una enfermedad de alguna criatura que habitaba en esos lados, y según los que logró investigar, era mortal.

Solo la profesora McGonagall había estado al tanto de esto, debido a que el guardabosques le había pedido discreción para no molestar, ni preocupar a nadie, pero cuando finalmente Hagrid murió, la profesora tuvo que transmitir la terrible noticia y planear el funeral, el cual se llevaría a cabo detrás de la cabaña de Hagrid.

A pesar de que estaba tan encerrada en sus pensamientos y su tristeza, escuchó sonar el timbre de su apartamento, lo que la hizo levantarse y correr hacia la puerta. Sabía que era Harry, así que cuando abrió la puerta, ambos lanzaron sus brazos alrededor del otro para consolarse, pues ambos lloraban por la muerte de Hagrid.

Un par de minutos después tocaron el timbre y llegaron Ron y Luna, quienes también fueron recibidos por la castaña y el azabache con un fuerte abrazo de consuelo.

Minutos después Hermione tuvo que disculparse y subió a su habitación para terminar de alistarse para el funeral.

Cuando la castaña volvió a la sala, fue cuando Harry decidió que les mostraría la carta que había escrito para Hagrid.

Hermione fue quien tomó la carta y la leyó, sintiendo que sus lágrimas empezaban a correr por sus mejillas.

— Oh, Harry... Estoy segura que a Hagrid le encantaría — aseguró la castaña, mientras ponía la carta en sus piernas y con sus manos tomaba el rostro de Harry, para darle un pequeño beso en los labios.

Al alejarse de él, Hermione le dedicó una sonrisa con lágrimas en sus mejillas, mientras acariciaba la mejilla de Harry.

Ron y Luna estuvieron de acuerdo con las palabras de Hermione, además de que ambos habían derramado sus lágrimas al escuchar las palabras de Harry hacia su amigo semi gigante.

El emotivo momento terminó unos minutos después, debido a que tenían que partir hacia la plataforma 9¾, ya que saldrían en el expreso de Hogwarts, debido a que muchos alumnos y ex alumnos que apreciaban al semi gigante asistirían al funeral.

Cuando llegaron a Hogsmeade, fue Madame Rosmerta esta vez quien los dirigió hacia los carruajes, los que siempre los habían llevado hacia el castillo.

Al llegar a los terrenos de Hogwarts, todos se dirigieron hacia la parte trasera de la cabaña de Hagrid, donde ya estaba todo colocado y listo para el entierro.

Fang, el gran y fiel perro de Hagrid, estaba echado al lado de lo que sería la gigante tumba del guardabosques.

Harry y Hermione se encontraron con la profesora McGonagall en su camino, quien estaba recibiendo a todos mientras terminaba de arreglar los últimos detalles del funeral.

La directora se acercó a Harry y Hermione con una pequeña sonrisa acuosa y los abrazó a ambos.

— Al menos Hagrid se fue sabiendo que ustedes dos están juntos — declaró la profesora intentando contener sus lágrimas.

Harry y Hermione le dieron a su ex profesora una leve sonrisa de agradecimiento, y luego reforzaron su agarre en sus manos, para luego ser apurados por la misma profesora para que llegarán a sus lugares.

Siguieron su camino, juntándose nuevamente con Ron, Luna, quienes ahora estaban junto con Neville, Seamus, Dean, Susan, las hermanas Patil y demás ex compañeros de Hogwarts.

Había llegado el momento de que alguien dijera algunas palabras y después de la profesora McGonagall, fue Harry quien había leído la carta que había escrito.

Al levantarse de su asiento, le pidió a Hermione que se quedara a su lado y tomara su mano desocupada, pues necesitaba sentirla con él cuando se le hizo más difícil leer.

Querido amigo:

Cuidaste de mi desde recién nacido, y en tus brazos me llevaste hasta la casa de mis tíos, en donde con lágrimas en tus ojos tuviste que dejarme, solo para volver por mi cuando tuvieras una vez mis años.

Me llevaste mi primer pastel y celebraste conmigo mi primer "feliz cumpleaños", el mismo día en el que me mostraste el mundo mágico por primera vez.

Me llevaste a Gringotts, al caldero chorreante y me llevaste a la plataforma 9¾ en donde tomaría el tren para ir a Hogwarts.

Fuiste una de las personas más importantes en mi vida, parte de mi familia adoptiva y quienes te conocían sabían de tu enorme corazón, ternura, bondad y compasión.

Cuidaste de dragones, criaturas mágicas y arañas. En tu corazón nunca hubo espacio para la crueldad.

Tras la batalla final, me llevaste en brazos una vez más, creyendo que estaba muerto. Estuviste ahí siempre.

Hagrid, siempre te recordaré, como el gigante guardabosques más cálido del mundo mágico. Nunca te olvidaré.

EN MEMORIA DE ROBBIE COLTRANE, quien interpretó a Hagrid en la saga Harry Potter.

En paz descanse.

Lumos maximo. ⚡️

- Carta Escrita por Alonso, (el Tío Nickstalgia)