Nos paramos en el centro del campo; todo estaba iluminado. De repente, empezamos a notar un calor corporal que no teníamos antes. Cada una miró hacia un lateral, y mi amiga vio al vecino entrar. Iba con una máscara de plástico de payaso, un cuchillo en la mano y un traje azul con manos ensangrentadas.Se nos acercaba poco a poco. Cuando estaba a tan solo un metro de nosotras, salimos corriendo hacia nuestra casa, cansándonos poco a poco, porque estaba en lo alto del pueblo. Nos relajamos un poco y lo vimos acercarse a nosotras.
Empezamos a correr de nuevo y, por fin, llegamos a casa, exhaustas. Cerramos todas las persianas, puertas, ventanas y cortinas. Apagamos todas las luces y nos fuimos a mi habitación, con una pequeña vela encendida.
Pasó una hora, abrimos la persiana de mi habitación y lo vimos en su jardín, mirándonos.
En cuanto lo vimos, cerré la persiana y la cortina y subimos a la parte más alta de la casa, porque habíamos notado el ruido de una escalera.
No consiguió entrar. Estábamos cansadas, así que nos dormimos un poco. Nos despertamos a las 5 de la mañana; ella se fue a su casa, y cada una se quedó dormida, ella en la suya y yo en la mía.
Me desperté el sábado 2 de octubre. Todo había sido una terrible pesadilla de Halloween; espero que no vuelva a pasar.
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Entre la realidad y la pesadilla: el misterio de octubre
HorrorMara narra una inquietante experiencia de su infancia en octubre de 1982, cuando vive en un barrio donde todos parecen normales, excepto un vecino misterioso que aparece solo por la noche. Atraída por su extraño comportamiento y la sangre en su ropa...