Capítulo 4

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Akira traga saliva —no quise insultarte lo siento yo- —

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Akira traga saliva —no quise insultarte lo siento yo- —.

—¡Repite lo que me dijiste, puta!—.

Ella empieza a temblar, —dije... que eres un hijo de... perra— traga saliva —perdón—.

Nahoya suelta su mentón,—muy tarde— se lanza sobre ella y le arranca la poca ropa que tiene Akira —¡te enseñaré a respetarme maldita!—.
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Está sola en la habitación acostada en la cama, su cuerpo lleno de chupetones y mordidas. Sus ojos hinchados de tanto llorar, su mejilla roja por la cachetada que recibió. De tanto gritar su voz quedó ronca.

Se siente asquerosa.

Akira mira el techo y empieza a recordar lo que pasó. Gritando, llorando, suplicando a Nahoya que se detuviera y diciéndole que aprendió su lección. Pero eso no sirvió, él seguía abusando de ella.

Se abre la puerta, es Souya. Va a donde está Akira y la toma en brazos, —tuviste suerte él odia que las mujeres lo insulten—. Sale de la habitación y sube al segundo piso, va al baño y deja a Akira en la tina. Souya saca de su bolsillo la llave de las esposas y se las quita.
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—Estoy celoso de ti— el la seca con una toalla, hay un minuto de silencio —¿no vas a preguntarme por qué estoy celoso?. Bueno te lo diré,— Souya le tira el cabello haciendo que Akira se levante de dolor y lo mire, —el solo se fija en ti— sus ojos se llenaron de lágrimas, Souya le soltó el cabello.

Eres Mi Hermosa FlorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora