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—Que bueno que despertaste—, dijo él mostrando una gran felicidad en su rostro.
Akira abraza sus piernas y lo mira. Tiene miedo —¿Tú quién eres?—.
—Me llamo Nahoya Kawata—, se acerca a ella, el se encorva y la agarra del mentón. Sus rostros están casi juntos.
El rostro de Nahoya muestra seriedad—Akira, tienes que ser obediente, sé que estudias en la universidad de Tokio y vives cerca de ahí. También se dónde viven tus padres, viven en Ronpping y conozco sus nombres. Tu madre se llama Kyoko Nakamura y tu padre se llama Tomoe Nakamura. Ambos tienen 59 años—.
Del bolsillo de su pantalón saca su teléfono, le muestra dos fotos de sus padres saliendo de sus trabajos.
Ella no dijo nada, solo salieron lágrimas en sus ojos. Él se ríe de la expresión del rostro de Akira.
Nahoya suelta el mentón de Akira, se aleja unos centímetros de ella.
—Oye, ve el lado positivo de esto, si eres obediente no solo tus padres estarán a salvo, también voy a tratarte como una reina—.
Nahoya empieza a grabar con su teléfono, ella sabe lo que él quiere, lo mirá asqueada. Akira cierra los ojos y niega con la cabeza, —¡No no haré eso!—.
—¿Quieres que tus padres mueran?—.
—No— ella tragó saliva, le bajó los pantalones. . . . . . Akira se siente horrible, acostada en el colchón abrazando sus piernas, llorando, en su cabeza se pregunta "¿Por qué a mí?", "¿que hice para merecer esto?". . . . . . . . . Ella se despierta al escuchar que la puerta se abre, aparece un hombre parecido a Nahoya. Solo que el tiene el cabello azul y una expresión de enojo en su rostro.
El sujeto tiene puesto unos jeans, una camiseta blanca y unas sandalias color negro. Se acerca a ella y la toma como si fuera un saco de papas. —¿Oye, a dónde me llevas?— preguntó Akira. El sujeto no respondió, sale de la habitación y hay un pasillo.
