Katsuki miraba el cuerpo sin vida de su amado, recostado en el suelo desangrándose, sus ojos esmeraldas sin brillo alguno...
-SHIGARAKI!!-
Grito con furia, Los presentes miraban al cenizo con temor por aquel grito eufórico.
Los guardias del reino respectivo al Midoriya/Bakugou se inclinaron y rezaron por la muerte de su amado rey, Mientras que los contrincantes en batalla temblaban por la fija mirada rubí que no paraba de brillar en la intensa oscuridad
Sin límites de lobos sanguinarios salieron de lo más profundo de la tierra, Los guardias del terrario no se movían al seguir rezando, inclinados de rodillas al suelo lloraban por su imponente perdida
Él sol era tapado por las gruesas neblinas tan oscuras como la noche, del cielo empezaba a caer gotas de lluvia, llorando por la pérdida de su rey
Todos sabían lo importante que era Izuku Midoriya para la vida de muchos, para su amado reino quien manejaba con justicia y sabiduría, Quien ejecutaba la paz entre todos los clanes, quien mantenía la cordura de su esposo Katsuki.
Él mismo nombrado con un solo conjuro a sus lobos, Logro matar a más de 1,000 hombres en unas cuantas horas, el clan que los había atacado ya no existía ni se volvería a nombrar en lo que queda del mundo
Él ceniza cayo de rodillas al enfrente del cuerpo ahora sin vida de su amado, la intensa lluvia que parecía no querer parar nunca lo acompañaba, junto a sus fieles hombres quienes penaban la muerte de su líder
Él mundo de Bakugou se caía ante sus ojos, Todo aquel amor, Toda aquella historia que tuvieron juntos desapareció en solo unos segundos, tristes instantes donde toda su vida junto a Izuku se desvanecía en la nada
-Juro que me vengare... Todos conocerán mi dolor. - Dijo, mirando hacia la nada
Fueron aquellas sus últimas palabras la noche de tormenta
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