Capítulo 6/ "Sonrisas Fingidas"

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Es cierto que cuando te la pasas bien el tiempo pasa volando. El sábado, al final, terminamos quedándonos parte del día en el hielo. Y, no puedo negarlo. ¡Todo fue genial! Acabe perdiendo la cuenta de la cantidad de canciones que bailamos. Pero eso no fue todo. Ayer, Harry me sorprendió con dos tickets para ver en el cine el estreno de la tercera pelicula "Padre solo hay uno". Había amado las dos partes anteriores y Harry sabiendo esto, se aprovechó de la
ocasión. Antes de entrar compramos Pop-corps acarameladas <<Mis favoritas>> y unas coca-colas. Nos sentamos detrás de una pareja de ancianitos que no paraban de darse cariñitos hasta que después de media hora de reproducción, la señora se quedó dormida. Fue un alivio, en serio. Era un poco incómodo verlos.

Unos zapatos altos de mujer resonaron por todo el lugar, haciendo que el sonido de los pasos atormentara mi ser adormilado. Así que, despacio, sin apuro de ningún tipo,
abrí los ojos para ver de quien se trataba.

La luz a través de los ventanales me cegó por un instante y me moví un poco hasta voltearme y ver a Harry en el suelo justo a mi lado.

—Harry...—Comencé a moverlo para que despertara.

Dirigí la vista nuevamente por debajo de los estantes y visualice los zapatos que me habían despertado. <<¡Y que zapatos!>>La dueña de ellos daba vueltas en círculos frente al mostrador, mientras que a su lado reposaban unos de cuero negro provenientes de un chico.

No lo sé exactamente, pero... ambos se ven costosos.

—Harry.....—Me volví para sacudirlo, logrando que, por fin, aunque sea emitiera un sonido—
...hay alguien ahi.

A nosotros nada más se nos ocurre quedarnos a dormir en el suelo, detrás de los estantes del final.

—Kristell, ve tu. —Se quejó dándose la vuelta hacia la pared y cubriéndose la cabeza con una almohada.

Los pasos llamaron nuevamente mi atención, alarmándome al instante al ver que se dirigían hacía nosotros.

Desesperada, sujeté uno de sus pies para morderlo.

—Estas...—Tapé su boca con mis dos manos cuando, al levantarse de golpe, intento gritar.

—Viene hacia aquí, distráela. —Susurré con el corazón latiéndome desesperado y sin saber que hacer, se fue corriendo en su dirección.

Harry Brown:

La cabeza me empezó a dar vueltas cuando me levanté bruscamente y, intentando no chocar con ningún estante, corrí quedando en frente de una desconocida mujer.

Sus ojos de un color parecido al mío me escanearon de arriba a bajo para seguido a eso formar una mueca en sus labios plásticos. Y es que si, no había que ser adivino ni muy estudiado para darse cuenta que toda ella era silicona.

—¿Tu eres quién? —Preguntó burlándose disimuladamente de el pijama de ositos que me había puesto la noche anterior para complacer a Kristell.

—Buenos días. —Intenté ser amable a diferencia de ella. —Soy Harry, Harry Brown. ¿Y usted es..?

Sonrió ella, dándose cuenta de su falta, al parecer. —Loretta Hugo. —Extendió su mano a mi para que la besara, pero la estreche incómodamente esforzándome por dar mi mejor sonrisa. —Dueña de la revista "Arte
Literario". No sé si la dueña del local le habrá hablado de mi.

Pues si. Pero no creo que tú y yo nos vallamos a llevar bien.

—No me habló de usted ni nada parecido, pero, aun así, es un gusto tenerla aquí señorita Hugo. —Mentí descaradamente y pase a mirarla de arriba a bajo como me había hecho ella a mi, para luego extender mi mano al frente, instándole a que continuáramos su recorrido.

Ella pasó por frente a mi y yo la seguí desde atrás, observando cuidadosamente cada libro,
estante y cartel informativo que ella miraba para más tarde contárselo a Kris. <<Todos
conocemos a las mujeres, les encanta el chisme y saber todo detalladamente>> Algo que llamó un poco mi atención fueron sus caderas, las movía exageradamente como si quisiera impresionarme. Asi que, un poco incomodo por este hecho, quise sacar un poco de conversación en lo que le daba tiempo a Kristell para que pudiera cambiarse.

—Dígame, ¿Se le hizo muy largo el viaje?.

—Nunca había estado en un lugar así, estoy adaptada a Francia. Su cultura, comida, gente, moda... todo es maravilloso. —Hizo una pausa para sonreírme y luego continuar—El viaje en sí fue cómodo, pero igual nos cansamos un poco. Estuvo algo extenso y aún no termino de adaptarme completamente al cambio de horario.

—Entiendo, debe ser duro.

Continuó avanzando sin responder nada hasta que ambos giramos a nuestras espaldas por un ruido proveniente cerca de la entrada y que había resonado por todo el amplio lugar.

Un golpe.

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2023 ⏰

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