ADVERTENCIAS — un poco de angustia, menciones de relaciones pasadas de amigos folladores/ uno enamorándose del otro. Rafe un poco emocional, drogas.
AUTOR/A — cmac-writes en Tumblr.
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Se estaba poniendo más frío aquí en los Outerbanks. Ha sido otoño durante un mes y las hojas comenzaron a cambiar de color, y el viento comenzó a correr más fuerte.
Y aquí estaba yo, trabajando en la tienda de la esquina un sábado por la noche cuando todos los demás estaban de fiesta en Kelce's para su "Fiesta de regreso de escuela ", a pesar de que llevaban dos jodidos meses.
La tienda de la esquina estaba vacía, solo unos pocos hombres mayores entraban para comprar una caja de cigarrillos y una Coca-Cola Light. Estaba sentada detrás del cajero, los auriculares en mis oídos sonando música y la pequeña televisión colgada en la pared estaba reproduciendo un episodio de Wheel of Fortune.
Se escuchó el timbre de la puerta que indicaba que había un cliente. Levante la vista de mi teléfono y veo la figura alta y el cuerpo que conocía demasiado bien. Sus ojos rápidamente hicieron contacto con los míos antes de meterse en un pasillo para encontrar lo que necesitaba.
Volví a desplazarme por mi tablero en Pinterest, subí el volumen para que mi música ahogara todo lo que él pudiera decir o el estúpido programa que estaba sonando.
Una caja de condones fue arrojada sobre el mostrador. Miré hacia arriba para ver a Rafe meciéndose hacia adelante y hacia atrás sobre sus talones, con las manos metidas en los bolsillos cortos de color caqui. Rápidamente me levanté de mi silla y escaneé su caja de condones.
Pude escuchar algunos murmullos sobre mi música, pero no me importó, eso fue hasta que me quitaron el auricular de la oreja.
—No hagas eso—. Lo miré con molestia en toda mi cara.
—Solo estaba preguntando si puedes conseguirme un paquete de papel para liar—.
Rodé los ojos en secreto mientras me daba la vuelta para buscar algo detrás del mostrador.
—¿Crudo o Zig-Zag?— Levanté las dos marcas.
—Uhh crudo.
Los escaneé y lo tiré sobre el mostrador. —Nueve dólares y 95 centavos—. Le dije mientras todavía golpeaba mi cabeza ligeramente con la música a todo volumen en mi otro oído.
