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Era tu primer día de preparatoria. Estabas muy emocionada al respecto, por lo que habías decidido despertar temprano (ignorando el hecho de que en realidad no pudiste dormir de la emoción). Te preparaste rápido y saliste de tu casa, no sin antes llevar tu balón de futbol contigo.
Eras una apasionada por el futbol desde hacía ya unos años y eras realmente buena en ello, por lo que las personas que estaban en tu equipo siempre llegaban a la victoria en gran parte por tu ayuda. Tenías buenos stats y, además, tu técnica maestra era la de tu super salto de 3 veces tu altura junto a tu agilidad para burlar a cualquiera que quisiera robarte el balón. Todo esto era por, además de tu talento innato, por tu arduo entrenamiento diario al que eras fiel los 365 días del año. Quizá esto no era muy femenino de tu parte como dirían tus tías, pero era lo que te gustaba y aun así no te costó relacionarte con tus compañeros en la secundaria. Esperas que esto tampoco sea un problema en la preparatoria.
Fuiste pateando la pelota durante el camino hacia tu nueva escuela. Estabas tan absorta en ello que no te diste cuenta de que, casi al llegar a la entrada, alguien se acercó a ti y te arrebató el balón. Para cuando te diste cuenta, sólo miraste los pies de quien te la robó, el cual se fue corriendo del lugar con un dribbleo muy bueno. Escuchaste burlas de su parte para que le robaras de vuelta el balón, por lo que te hizo reaccionar aun más y en unos cuantos segundos le interceptaste la pelota de vuelta. Es así que tuviste tiempo de mirarle finalmente la cara. Sus ojos amarillos eran tan brillantes, te enamoraste de ellos. Rápidamente te comenzaste a sonrojar y decidiste mirar hacia otro lado.

-¡Era cierto que tenías un monstruo! Me gustas- Dijo el chico sonriéndote y acercandose a ti muy emocionado.

-Gra...gracias, tu dribbleo es muy bueno, el mejor que he visto- Le dijiste con sinceridad, aun sin mirarle a los ojos pues, se te caería la baba si lo hicieras. No quisiste preguntar lo del monstruo, pero supusiste que se refería a que eras muy buena.

-¡Soy Bachira Meguru! ¿Y tú?- El chico se acercó aún más a ti. Sin embargo, no retrocediste.

-Me llamo _____ _____, un placer conocerte- Le dijiste, tomando el valor de mirarle a la cara otra vez.

-Me gustaría jugar contigo otra vez- Te dijo Bachira.

-¡Pienso lo mismo!- Gritaste emocionada y sin pensarlo, por lo que cuando te percataste te avergonzaste aun más. Él sólo se rio de tu gesto.

-Bueno, ¿Vamos entrando?- Te preguntó el chico. No habías prestado atención, pero resultó que tenía el uniforme de tu escuela, por lo que asistirían juntos. Esto te hizo emocionarte por dentro.

-Claro- Sonreíste y recogiste el balón para guardarlo. -Soy de primer año por lo que llegué temprano para unirme rápidamente al club de fútbol femenil- Le dijiste aun más sonriente y decidida. Esto te haría notar menos nerviosa.

-¡Mira! Yo también soy de primer año- Te respondió Bachira. -También me uniré al club de fútbol de la escuela-

Caminaron mientras platicaban sobre sus partidos pasados en la primaria. Esto hizo que olvidaras el flechazo que habías tenido con él, por lo que estuviste más cómoda. Te acompañó a registrarte al club y tú también lo acompañaste a registrarse al de él, después se dirigieron a la explanada en donde se haría la reunión de bienvenida. Mientras estabas ahí, te encontraste con algunos compañeros de la primaria.

-Hola, _____, es bueno ver caras conocidas- Te dijo tu compañero 1. -Veo que no pierdes el tiempo, ya hasta tienes novio- Te hace burla.

-¡Compañero 1!- Le dijiste en tono de regaño, completamente rojo por el comentario.

No lo notaste, pero Bachira también se sonrojó.

Monstruo - Bachira Meguru x TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora