Monstruo - Bachira Meguru x TN

IX

Te levantaste con muchísimo ánimo ese viernes. Fuiste a la escuela como normalmente hacías y regresaste en compañía de tus amigas a tu casa. En lugar de entrenar como solían hacer, comenzaron a prepararse para el partido que tendría su preparatoria contra la escuela más fuerte de su región. Es por ello que sabías que debías ir sí o sí, para apoyar a Bachira y, sobre todo, era futbol. Además, te lo había pedido pues quizá era el momento en que te contaría el porqué de la distancia.

Ellas habían insistido en arreglarse en tu casa, por lo que eso las llevó a donde estaban. Era el primer partido de la temporada y como compañeras del equipo de fútbol del cual formabas parte, estaban interesadas también en ver a los chicos.

Lo que te pareció raro fue el hecho de que habían decidido poner énfasis en tu aspecto. Pareciese que te estaban arreglando para una cita o un evento importante. Aún así no preguntaste pues lo viste como algo normal porque sabían que verías a Bachira. Y bien, no estabas tan equivocada, pero hasta después sabrías la razón completa.

Una vez estando todas listas, se fueron al lugar pues si no se apuraban llegarían tarde al partido. Por suerte, llegaron a buena hora. Es así que en las gradas se sentaron juntas justo enfrente para tener una buena vista. Faltaba poco para empezar y visualizaste a Bachira.

-Meguru, ¡Aquí estoy!- Le gritaste al de ojos amarillos para que supiera de tu ubicación en las gradas. Así sería más fácil encontrarse en cuanto se hubiera terminado el partido.

Viste como te volteó a ver y te dedicó un saludo muy errático. Parecía un poco nervioso por algo y estás segura que no era por el partido pues, él no era de esos chicos.

En seguida tus amigas te hicieron bulla por este gesto mientras cuchicheaban entre sí. No prestaste mucha atención pues más te atraía el ver esa nueva faceta de tu amado.

Es así que el partido comenzó.

Junto con tus amigas habían traído unas pancartas para apoyar a los chicos, por lo que también sostuviste unas mientras gritabas en apoyo.

El otro equipo empezó con mucho ánimo. Viste a un chico de ojos azules que había llamado tu atención pues, al parecer era delantero, pero fuera de eso era muy promedio. Este mismo chico comenzó a poseer la pelota con ayuda de su equipo y logró anotar el primer gol con un tiro recto. Por un instante te miró y podías entender que era el que mejor deseo de ganar tenía en ese equipo, pues su mirada desprendió por unos instantes el EGO que tú también sentías.

Estabas un poco desilusionada por dicho gol. Los habías visto a entrenar todos los días, por lo que sabías que realmente merecían ganar, sabías que los de tu escuela lo superarían, aún más teniendo a Bachira.

-¡Meguru, tú puedes!- Gritaste en un intento de que este dejara ese nerviosismo que de nada le servía. Le sonreíste. Por suerte, él te miró y te devolvió la sonrisa, respiró hondo y ahí empezó.

Había llegado el Bachira que tanto amabas. Llegó el “monstruo”.

Fue increíble con su dribbleo, tal cual Ronaldinho. Te hiptonizó con su gran forma de jugar, no pudiste evitar emocionarte aún más por lo que la presencia de Bachira ocasionaba en el campo. Su regateo confundió a las defensas que estaban protegiendo la portería y así fue como ni el portero fue capaz de detener la pelota. De tu voz salió un ¡Goooool! Sintonizando con la misma frase que los demás estaban clamando.

El partido estuvo cada vez más interesante, en donde Meguru logró anotar otro gol que, por supuesto, celebraste como el anterior. Entonces terminaron 2-1, por supuesto, quedando su escuela como ganadores.

Estabas increíblemente feliz por dicho hecho, de no ser que recordaste que era hora de hablar con Bachira.

No notaste el hecho de que tus amigas ya no estaban a tu lado sino hasta el momento en que las viste en la cancha junto a Bachira y los demás compañeros de él que habían resultado ganadores.

Todos hicieron una hilera mientras sostenían unas de las pancartas en blanco restantes que habías creído que habían sobrado pues estaban enrolladas. Bachira estaba frente a ellos mientras sostenía algo atrás de él.

Lo miraste extrañada mientras te veía directamente, con un leve sonrojo.

-___- Bachira te mencionó mientras se acercaba a ti. -Estoy enamorado de ti- Te dijo mientras su blanca piel se ponía más roja de lo que ya estaba. A su vez, mostraba el regalo que te tenía: una pelota de la selección de Japón original.

En ese mismo momento las pancartas fueron volteadas y se pudo leer el texto:

¿Quieres ser mi novia?

Estabas en shock. No podías creer lo que había elaborado. Ahí entendiste el porqué tanta demora para hablar. Aún así, fue una sorpresa saber que eras correspondida totalmente.

Oh Dios, estaban tus dos cosas favoritas, Meguru y el fútbol, ¿Qué más podías pedir? Lloraste de felicidad mientras respondías.

-Sí-

Lo abrazaste fuertemente mientras todos estaban aplaudiendo y grabando dicho momento tan especial. Estabas en un sueño.