Las manos me sudaban. Estaba muy nerviosa y poco a poco el arrepentimiento me invadía.
Ya era Lunes, él día en el que le iba a dejar la primera carta.
Le había dicho a Victoria que se la iba a dejar en alguna parte de su mochila, así, ninguno de nuestros compañeros la iba a ver y le iba a contar a los demás.
El timbre sonó y todos salieron del salón. Victoria y yo esperamos un momento para que el salón se quedará vacío y así yo entrará.
Unos minutos después, entre al salón, dejé mi mochilita en mi silla y fui hasta su mochila. Ví que tenía una bolsa enfrente así que la abrí y dejé la carta.
Tomé mi mochilita y salí del salón con el corazón más acelerado de lo normal. Las manos me temblaban y sudaban.
Quería arrepentirme por lo que había hecho, pero ya no había vuelta atrás. El timbre volvió a sonar y mi nerviosismo comenzó a ser más.
Todos regresaron al salón y el profesor de historia entro. Oficialmente está perdida.
[...]
- ¿Crees que ya la leyó?.
- Lua.
- ¿Y sí no le gusto?.
- Lua.
- ¿Pero, y sí le gustó?.
- ¡Lua!.
Me callé y miré ha nuestro alrededor. Varios de nuestros compañeros se nos quedaron viendo. Incluso Ares.
Estaba tan nerviosa que mis propios nervios me controlaban sin darme cuenta, además de que me perjudican creando preguntas que no tenían respuesta en mi mente.
- Todo estará bien, ¿Okay?. Solo, cálmate. - dijo Victoria en voz baja
- Pero es que esté nerviosismo me está carcomiendo.
- ¿Qué es eso?.
Rodé los ojos y volví a concentrarme en mi pierna, que no dejaba de moverse por sí sola. Era raro que me temblará la pierna sola. Tendría que haber una lógica para algo así y no creo que sea por la carta que le hice a Ares.
El timbre sonó y la maestra nos dejó salir. Guarde todo y salí tan rápido como pude. Quería irme ya y no seguir con este nerviosismo. Aunque, también iba a ser para empezar a escribir la segunda carta.
Al menos ya no tenía que ver más a Ares, y está bien porque así no sobre pienso lo que pasó con la carta, pero a la vez siento que ya lo extraño.
Llegué al acuerdo con mi lado creativo, de que solo le iba a escribir una carta por semana, así el resto de la semana podría saber que paso o como reaccionó mientas lo acosaba, aunque... Creo que será difícil saberlo porque no hablamos.
[...]
Martes 13. Sí, hoy es Martes 13. Se supone que no debería de salir de mi casa, pero no, tengo que ir a la escuela sí o sí.
Y sí, soy de esa chica que cree en la magia o que tiene que ver con la brujería, porque de hecho tengo una tía lejana que es bruja de magia negra. Pero por más interesante que suene la magia negra, sigue sin interesarme.
Mi prima lejana, Alizée, ayer me envió un regalo. Ella también es bruja, pero de magia blanca. Hace años no la veía y más porque ella vivía en Italia, pero tenía descendencia francesa y mexicana.
Se le extraña a la prima Alizée.
En su regalo venía un collar con una piedra de cuarzo. Ella más que nadie sabe cuánto amo los cuarzos. Se podría decir que ella es como mi hermana, porque literalmente crecimos cómo tal.
The best cousins-sisters.
En la noche había lavado el cuarzo solo para usarlo hoy, y es que realmente necesitaba protección.
Estaba hablando con mi mamá sobre lo mucho que extrañaba a Alizée, hasta que note que Ares bajo de un carro muy familiar. Él me dió una pequeña mirada y mi ritmo cardíaco aceleró locamente.
- Él es Ares. - le susurré a mi mamá. Ella sabía que me gustaba, pero no sabía quién
- ¿Recuerdas a la señora Sofía?.
- ¿La mamá de Atenea?. - asintió -. Sí, ¿Qué con ella?.
- Ares y Atenea son hermanos. - la miré sorprendida
- ¿Cómo así?.
- Sí. Hubo varias veces que los ví juntos en la plazita.
- Entonces... Se puede decir que...
- Ya sabes quién es tu futura suegra.
- ¡Amá!. - ambas reímos a carcajadas, provocando que Ares volteara a vernos
Me despedí de ella y entre a la secundaria. ¿Quién diría que ya conocía a su mamá y hasta a su hermana?.
La mayor parte de el día la pasé con Victoria contándole sobre Alizée, que al parecer, ya quería conocerla en persona. Hubo veces en las que noté como Ares se alejaba mucho de su novia Martina...
Sin Julie... Jamás hubiéramos sabido que Ares tenía una novia con nombre cliché.
- ¿Entonces...? - pregunté
- ¡Ya!. Si de por sí ya estoy nerviosa, contigo aún más. - dijo Victoria. Estaba en ese estado de sobre pensar que yo ya conocía muy bien
Supongo que el cuarzo si me está sirviendo de mucha ayuda, pues no me siento como siempre. Ya casi no sobre pienso, mi cabeza está un poco más tranquila y siento una vibra a mi alrededor más pura.
- ¿Quieres que le diga a Alizée que te haga un amarre para Jughead?.
- Ja, ja, ja, que chistosa. ¿Pero si lo haría?.
- ¡Victoria!, ¡Concéntrate!.
- Okay. Sí.
- Todo estará bien. Es solo una carta.
Victoria me miró de una forma que a siempre vista, parecía que quería asesinarme.
- Ya pase por esto. Estás en la fase 2: Sobre pensar lo que podría pasar. - le dije
Las 8 fases por las que pasé:
Fase 1: Buscar las palabras correctas.
Fase 2: Sobre pensar en el futuro.
Fase 3: Nerviosismo.
Fase 4: Arrepentimiento.
Fase 5: Aceptación de la realidad.
Fase 6: Creer que no la leyó.
Fase 7: Ilusionarte creando un futuro juntos.
Y fase 8: Aceptar las consecuencias.- Lo peor por lo que puedes pasar es no ser correspondida. Aunque, lo dudo mucho. - Victoria me abrazo y yo a ella
- Eres la mejor amiga que pueda existir en el mundo.
- Ya lo sé, ya lo sé. - ambas reímos y seguimos con la operación "Carta para Yann".
ESTÁS LEYENDO
Cartas
Teen Fiction"- Por ti amo Marte." - dijo ella "- Por ti amo a la Luna." - le contesto él