𝙴𝙻 𝚂𝚄𝙴𝙽̃𝙾 𝚀𝚄𝙴 𝙽𝚄𝙽𝙲𝙰 𝙵𝚄𝙴.«{𝙻𝚞𝚌𝚎𝚛𝚢𝚜 𝚅𝚎𝚕𝚊𝚛𝚢𝚘𝚗}»

Capitulo 10

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________Narrador omnisciente _________
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Los príncipes Velaryon eran formados no solo como guerreros sino también como eruditos, preparados para enfrentar los desafíos tanto en el campo de batalla como en la política de Westeros. Su entrenamiento incluía el manejo de espadas, dagas, lanzas y arcos. Sin embargo, su formación no se limitaba solo a las armas.

Desde temprana edad, los jóvenes Velaryon eran instruidos en la historia de Westeros, aprendiendo sobre las casas nobles, los lores y las guerras que habían moldeado el continente. También se les enseñaba a hablar el Alto Valyrio, el lenguaje ancestral que no solo reflejaba el legado de sus antepasados de la antigua Valyria, sino que también les otorgaba una conexión única con los dragones, las majestuosas bestias de fuego que solo respondían a aquellos que hablaban su lengua y tenían su sangre.

El maestre frente a ellos recitaba frases el Valyria y tanto Erys como Jace traducian estas frases.

Rhaenyra, su madre llegó para corregir una palabra mal dicha por ambos, ella frotaba su gran vientre, el bebé que estaba próximo a llegar en algunos meses.

Joffrey se encontraba no muy lejos de ellos jugando junto a Elinda, la dama de compañía de Rhaenyra.

—Creo que es suficiente por hoy— dijo Rhaenyra al ver a sus dos hijos algo entresados por los errores que cometían, que para ellos era algo básico y que ya sabían.

—No, no yo quiero continuar— dijo Jace mirando a su madre.

—No podemos tener equivocaciones tan simples como esas— dijo ahora Akalaerys mientras miraba con algo de frustración el suelo.—Porfavor Maestre siga—

El maestre recito una frase en Valyrio bajo la mirada atenta de ambos castaños.

—Aegon dio órdenes de que los árboles debían ser— Jace hizo una pausa pata recapacitar.—Asesinados—

Jace había extendido sus brazos y puesto una sonrisa al creer que lo había hecho correctamente.

—Cortados— corrigió su madre antes de que Akalaerys pudiera abrir la boca.—Es una palabra relacionada—

—No espero que aprendan Alto Valyrio en un día, niños— dijo Rhaenyra mirando a sus hijos mayores con una sonrisa.

—Un rey tiene que honrará las tradiciones de sus ancestros— dijo Akalaerys con determinación.

Estaba consciente que el sería el siguiente después de su madre y quería estar preparado para cuando esto llegara.

—Y la mano tiene que estar igual de preparada que el rey, en caso de cualquier emergencia— dijo Jace haciendo mención al juramento que ambos habían hecho de pequeños cuando fueron informados sobre ser herederos al trono.

—Bueno, a menos de que piensen destituir a su madre, aun quienes mucho tiempo para estudiar— dijo Rhaenyra con gracia en sus palabras.

Ambos se quedaron callados, era verdad, su madre nisiquiera había comenzado su reinado y ellos ya estaban preocupados por el de Akalaerys.

Daemon entre en el salón, su cara era seria, todos habían volteado a verlo cuando do entró.

—Déjennos— dijo Rhaenyra al notar la seriedad en el rostro de su esposo.

—Joffrey— llamo Akalaerys a su hermano, este lo miro y se levanto ayudando a Elinda a juntar su juguetes para que esta se los llevara.—Vamonos—

Joffrey tomó las manos de sus dos hermanos y estos comenzaron a caminar fuera del salón.

—¿Que crees que haya pasado?— pregunto Jace a Akalaerys cuando ya estaban alejados del salón.