Capitulo 4

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________Narrador omnisciente _________
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Rhaenyra se vio en la decisión de irse de la fortaleza roja en desembarco del rey a un lugar en el que se sintiera comoda y poder criar a sus hijos sin verse vigilada por la reina y sus acusaciones.

Tomo la decisión de irse a Rocadragon,y justo en este momento ellos ya llevaban un par de horas en el barco.

Akalaerys miraba el océano y luego a lo los dragones que los seguían volando, Syrax y Bruma, los dragones de sus padre, grandes bestias majestuosas, los dragones de el y de sus hermano estaban en jaulas dentro del barco ya que no eran capaces de seguirla el ritmo a los dragones más grandes.

El chico vio como Jace se acerco a él, parecía triste.

-Voy a extrañar a Helaena- dijo el pequeño Jace, ella había sido su única amiga dentro de la Fortaleza Roja aunque haya tenido que ser ocultada a ojos de la reina.

-La volverás a ver, yo se que si- le dijo Akalaerys a su hermano mientras ponía su mano encima de la suya.

-Parece que estamos por llegar- dijo Akalaerys al ver Rocadragon ya muy cerca de ellos.

Después de desembarcar, llegaron hasta la gran escalera de roca de llevaba al castillo de la isla.

Luke se había puesto al lado de Akalaerys para tomarle la mano, ellos siguieron caminando tomados de la mano hasta llegar al castillo junto a su familia.

Rhaenyra había traído junto a ella una docena de caballeros que se encargarían de protegerla a ella y a sus hijos, así como también trajo a sievientas leales a ella, que eran casi como sus amigas.

El gran castillo era un lugar que a simple vista era tenebroso, un lugar el cual no parecería un lugar adecuado para criar a niños pequeños, pero según muchos de los sirvientes que estaban a su cargo, Rhaenyra se daba de darle calidez a cualquier lugar al que ella iba.

Después de haber acomodado muchas de las cosas que habían traigo con ellos, Akalaerys había salido del castillo para preguntarle a su madre por sus dragones.

Cuando salió pudo ver las jaulas donde estos se encontraban y asustado madre hablando con los guardianes de los dragones.

-Madre- Dijo el pequeño niño causando que su madre lo volteara a ver.-Déjalos libres-

-¿A que te refieres?- le pregunto Rhaenyra a su hijo confundida por lo dicho.

-Los dragones no deben estar encerrados- le contesto Akalaerys a su madre.-Ellos se hacen pequeños-

-¿De qué hablas, Erys?- volvió a preguntar Rhaenyra a su hijo esta vez poniéndose a su altura.

-Si ellos siguen viviendo encerrados como el ganado nunca van a crecer como Baleryon- le contesto el niño.-Los registros de los libros dicen que un dragón a la edad de 10 años ya era tan grande como como para llevarse un vaca, mis dragones penas y le compiten en tamaño, Syrax apenas a crecido desde que yo nací, si esto sigue así, ellos no podrán seguir con la imagen de las gloriosas bestias que son-

Ante lo dicho Rhaenyra se quedó en silencio dándose cuenta de que lo que su hijo le decía era verdad, pero dejarlos libres podría traer consecuencias.

-No estoy segura si dejarlos con tal libertad sea lo bueno, además ¿Donde estarían sus nidos?-

-Hay muchas cuevas en monte dragón, podemos ir a buscar cuales no están ocupadas y lejos de los demás dragones que anidan aqui- dijo Laenor Velaryon llegando hasta donde estaba su esposa e hijo.

-Yo puedo ir con el y encargarme de que todo salga bien- dijo el moreno cuando vio la mirada indecisa de su esposa.

-Esta bien, la seguridad de nuestro hijo recae en tus manos- le dijo Rhaenyra, ella sabía que Laenor lo cuidaría bien.

-Bien grandullón, dime ve a ver si Bruma esta en la playa- le dijo Laenor a su hijo y este fue hasta la entrada de las morras que estaban alrededor del castillo.

-Creo que es hora de contarle, Rhaenyra- le dijo Laenor a su esposa y esta asintió.

-Espero que todo salga bien- dijo la mujer para ir dentro del castillo junto a su sirvienta Elinda.

Rhaenyra tiene miedo de lo que tal noticia pudiera causarle, pero ocultarlo por más tiempo también sería un problema.

Laenor fue hasta donde su hijo había ido y lo vio a la orilla del risco desde donde se podía ver a Bruma recostado en la arena de la playa.

-¿Subiremos en el?- pregunto el niño a su padre.

-Así es- dijo Laenor para dar un grito, el cual hizo que la bestia se levantara y volara hasta donde el se encontraba.

Laenor le tomo la mano a su hijo y junto a la de él, la acerco a la cabeza del dragon empezando a acariciar sus escamas.

Laenor subió junto a su hijo a lomos del gran dragón.

La idea era buscar una cueva no muy lejos de la fortaleza para al menos tener vigilados a los pequeños.

Una vez emprendido el vuelo Laenor miraba en los alrededores del volcán algunas de las cuevas, que para su mala suerte eran las ya ocupadas por los 5 dragones que había en esa isla.

Después de no mucho vio una gran cueva y decidió bajar para así poder explorarla, después de bajar el ayudo a su hijo a bajar.

La cueva era grande haciendo que el dragón entrara son problemas, Laenor tomando de la mano de su hijo entraron, no antes de que el mayor hiciera a su dragón prender un antorcha que había traigo con el.

Una vez juntos dentro de la cueva, estuvieron bastante tiempo habiendo encontrado muchos túneles que se conectaban entre ellos, sino para su suerte que este también conectaba con la fortaleza. También se dieron cuenta de que no había ninguna cosa que pudiera amenazar la seguridad de los dragones.

Una vez afuera Laenor se sentó en el risco que estaba frente a la cueva, por el cual podía verse la playa y el mar, en el orisonte podia ver las nubes de tormenta que se h acercaban a la isla, el mayor le indico a su hijo que se sentará a su lado, ellos estuvieron simplemente mirando el mar hasta que el mayor comenzó a hablar.

-El día que naciste, ese mismo tipo de nubes estaba por todo el cielo- contó el padre al hijo.-Ese día estaba realmente feliz eras mi primogénito-

Le dijo Laenor a su hijo viéndolo con una sonrisa que luego quito y siguió contando:-Pero, tu no fuiste el único que nació ese dia, tuviste un hermano, su nombre era Druyghal-

El niño se sorprendió mucho y pregunto:-¿Dónde está el?-

El hombre se entristeció por la pregunta y contesto:-Ese día te dejamos junto a tu hermano en la habitación-

-Cuando regresamos, la habitación estaba encendida en fuego, pensamos que ambos habían muerto- dijo el hombre mirando a su hijo a los ojos.-Pero luego un bebé comenzó a llorar, eras tu, nos alegramos al ver que estabas bien, pero tu hermano no corrió la misma suerte-

-Su cuerpo carbonizado estaba abrazando el tuyo, yo y tu madre creemos que el te protegió- dijo mientras le tomaba la mano a su hijo y veía las quemaduras que ese día se habia producto de querer salvar a sus hijos.-Aveces creemos que el lo sigue haciendo, sabes, el día que reclamaste a tus dragones creímos que talvez, solo talvez Druyghal seguía junto a ti, viéndote a por los ojos del dragón que nació del huevo que era de el-

Laenor solo pudo ver como su hijo estaba en silencio viendo el mar y las nubes que se acercaban.

-Yo siempre creí que algo me hacía falta, aveces veía como mamá me miraba y parecía que su sentía triste y feliz- dijo el pequeño niño mientras empezaba a derramar lágrimas.

Laenor se limitó a abrazar a su hijo y llora junto a él, que aún la muerte de su otro hijo había ocurrido hace mucho tiempo, era algo que le dolía.

El rugido de Bruma fue seguido de los truenos de la tormenta que se acercaba, junto a vientos muy fuertes y cuervos con noticias lamentables.

𝙴𝙻 𝚂𝚄𝙴𝙽̃𝙾 𝚀𝚄𝙴 𝙽𝚄𝙽𝙲𝙰 𝙵𝚄𝙴.«{𝙻𝚞𝚌𝚎𝚛𝚢𝚜 𝚅𝚎𝚕𝚊𝚛𝚢𝚘𝚗}»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora