𝙴𝙻 𝚂𝚄𝙴𝙽̃𝙾 𝚀𝚄𝙴 𝙽𝚄𝙽𝙲𝙰 𝙵𝚄𝙴.«{𝙻𝚞𝚌𝚎𝚛𝚢𝚜 𝚅𝚎𝚕𝚊𝚛𝚢𝚘𝚗}»

Capitulo 6

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________Narrador omnisciente _________
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Akalaerys entro junto a Helaena en el salón desde uno de los costados de este y al mismo tiempo las  grandes puertas de madera se abrieron y desde ellas Rhaenyra entró al salón, digiriendose rápidamente hacía sus hijos.

—¿Qué fue lo que pasó?— preguntó
Rhaenyra mientras se agachaba hasta la
altura de ellos y al mismo tiempo Akalaerysllegaba a su lado siendo seguido por una muy nerviosa  incomoda Helaena que no sabía que hacer.

—Aemond empezó, madre—Le contesto Jacaerys.

—El golpeó a Rhaena, dijo que nos daria de comer a Vhagar— Luke fue ahora el que contesto la pregunta de su madre.

—Él nos llamó bastardos—Dijo Jacaerys
y Rhaenyra asintió levemente, se puso de pie observando a su padre.

Akalaerys sabía los problemas que resultarían por esos viles insultos, pero no le importaba, se sentía mal, no estuvo para defender a sus hermanos y primas.

El mayor se puso frente a sus hermanos, tomó las mejillas de luke, empezando a revisar si tenía más heridas, su nariz sangraba demasiado, luego tomó la cabeza de Jace, esta sangraba también parecía haber recibido un golpe muy fuerte.

Helaena miraba con preocupación a sus sobrinos, el asunto la estaba preocupando mucho, y no se había dado cuenta en que lo mentó había empezado pellizcar sus dedos con fuerza.

En el salón se encontraban el Rey Viserys, Alicent y sus hijos, Ser Criston, Ser Harrold, además de algunos cuantos guardias.

Empezaron las acusaciones, una otras
otras, no se entendía la razón válida de
cada principe del porque se inicio la pelea, hasta que el sonido de las puertas abrirse volvió a interrumpir, ahora dejando entrar a Lord Corlys Velaryon y a la princesa Rhaenys.

Baela y Rhaena corrieron hacia su abuela y esta se aseguró que los golpes no fueran tan graves a como se notaban.

—¿Que tan grave es?— Pregunto la reina Alicent preocupada.

—La herida sanará— Respondió el maestre mientras terminaba de coserle la herida.—Pero ha perdido el ojo—

La reina empezó a derramar lágrimas que recorrieron todas sus mejillas, su preocupación era evidentemente visible.

—¿Cómo es que sucedió esto?— preguntó el Rey mirando la enorme cicatriz que tenía en su ojo derecho.

—Se suponía los principes se encontraban durmiendo, mi rey— Respondió Ser Harrold.

Era más que vidente que ninguno de los príncipes estaba en sus habitaciones y mucho menos durmiendo, aumentando la furia de Viserys.

—¿Quién tenía la guardia?— Pregunto el rey.

—El joven príncipe fue atacado por sus sobrinos, majestad—Respondió Criston quién se suponía tenía la guardia de la guardia de la noche.

—¡Ustedes juraron proteger y defender mi sangre!– Alzó la voz, el rey se encontraba furioso.

—Lo siento mucho, majestad— Sir Harrold se disculpo apenado ante la situación, sentimiento que Sir Criston no parecía compartir.

—La guardia real nunca ha defendido
principes de principes, majestad— se excuso Sir Criston.

—¡Esa no es una respuesta!— Dijo el Rey
mientras se posicionaba frente a Ser Criston con una mirada furiosa.

—¡¿Dónde estabas?!— Preguntó furiosa
Alicent mientras a Aegon, al
no recibir respuesta, lo golpeó dándole
una bofetada en el rostro.