Elotes.

122 20 21
                                    

—Pero con chile del que pica —pidió Elsa.

—Amor, no le pusieron queso a mi elote —Jack llamó a Elsa mirándole con una cara de cachorro. Rápidamente, Elsa se volteó hacia el señor de los elotes con su ceño fruncido.

—¡Te pedí que el elote de mi viejo tuviera queso y solo le pusiste mayonesa y chile! —exclamó la rubia alterada, ejercía presión en sus dientes y en cierto modo asustó al vendedor.

—U-una disculpa. Sale un elote con todo para el güero —ordenó el mismo señor. Una vez ya preparado, se lo entregó a Elsa quien se lo dio en la mano a Jack. Del mismo modo, Elsa tomó su elote que había pedido anteriormente.

—¿Jalas a comerlos en la banqueta? —preguntó Jack mirando a Elsa quien guardaba el cambio en el bolso de su pantalón.

—Me encanta vivir situaciones tercermundistas —Elsa tomó del brazo a Jack y ambos se dirigieron hacia la banqueta más cercana. Al sentarse, contemplaron la avenida de la ciudad y comenzaron a degustar su elote preparado.

—Esto me recuerda a algo —murmuró Jack remoliendo los granos de elote en su boca.

—¿Qué cosa? —preguntó Elsa.

—Oye mana, ¿No te has puesto a pensar que el amor es como un elote? A veces nos toca tierno y a veces duro —Jack recitó algunas palabras logrando que Elsa escupiera un poco de su bocado.

Aunque, Elsa entendía a qué se refería.

—A mi nunca me ha tocado tierno y a este no más le estoy quitando la mayonesa y el queso —siguió Elsa.

—No te daré mi elote, mejor compra otro —Jack mordió otros granos de elote.

—Tan solo era que siguieras las mismas líneas —Elsa bufó volviendo a morder su elote. Se detuvo haciendo una mueca y gruñó llamando la atención de Jack—. Iré por otro.

—No mames que te tocó duro —Jack miró el rostro de Elsa, ella asintió con cierto enojo. Se levantó y extendió su elote a Jack.

—Tu no tienes miedo a que se te rompa un diente, cómelo. Yo iré por otro —sin más, ella volvió hacia el puesto de los elotes.

Jack sonrió victorioso y sacudió sus pies de forma alegre. Los elotes nunca son suficientes.

Jelsa a la mexicana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora