—Él es Melchor, él es Gaspar y el otro Baltazar —Jack cantaba en bajo recprriendo la jugueteria de Soriana.
—¿Jack? —Elsa llevaba tiempo buscándolo por la tienda, en ocasiones sentía que buscaba al niño perdido en la Parisina.
Él paseaba feliz mirando los juguetes y analizando si necesitaba comprar una figura de Marvel o un juego para compartir con Elsa.
Elsa siguió buscando por los pasillos cuando dió con Jack. No colmó su paciencia, pero simplemente no entendía como Jack podría ser peor que un niño sin control.
—¡Cariño! Mira, ¿cuál te gusta más? Está el adivina quien y este basta en ruleta —el peliblanco teñido como lo llamaba Elsa se volteó hacia ella sonriendo con ambos juguetes en mano—. Más te vale que escojas algo porque será nuestros reyes.
—Shhh, hay niños aquí —susurró Elsa tapándole la boca a Jack.
Aunque actualmente hay muchos niños que no viven bajo a esa ilusión, es lindo mantenerla para quienes tienen familias funcionales que puede cumplir dicho sueño. O al menos eso pensaba Elsa, Jack por su parte era algo más crudo, le encanta molestar a los niños.
—Agh, muchos ya están emplumados y siguen diciendo eso, los hago caer en su realidad —Jack alzó sus hombros sin darle mucha importancia al asunto—, como sea ¿Cuál quieres?
—El basta, es más que obvio —respondió Elsa. Jack chilló con emoción aventando el juego al carro.
—¿Este año no vamos a buscar muñeco? —Jack preguntó emocionado.
—¡Aquí no digas eso! —Elsa pateó la espinilla de Jack, él retiró su pierna con dolor.
—¿¡Qué dije de malo!? —exclamó Jack siseando de dolor.
—No repitieré eso —Elsa tomó el carrito de compras siguiendo su camino.
—¡Hablo de las roscas! —Jack fue rápido con ella—, te lo decía para que compremos las que hace Soriana.
—Debiste cambiar tu pregunta a "¿este año no vamos a comprar rosca?", es más entendible que lo que dijiste —Elsa se ruborizó de vergüenza.
—¿Y a poco no quieres buscar muñeco? —él la molestó levantando sus cejas de forma rápida.
—¿Existirá un aplastamiento de testículos? —Elsa cuestiono sacando de órbita a Jack, él negó sin conocimiento de ello— ¿Quieres averiguarlo? —Jack asintió—, genial, sigue diciendo ese tipo de imprudencias y serás el primero en dar testimonio.
Él tragó saliva deteniéndose por un momento y sintiendo un sudor frío recorrer su espalda.
—¿Qué rosca quieres? —Elsa preguntó en alto. Jack decidió olvidar el tema para correr hacia las roscas.
(...)
—¡Trescientos varos la maldita rosca familiar! —Jack se quejó dejándola sobre la mesa— ¿Nos acabaremos esa madre entre los dos?
—La dieta comienza oficialmente pasando la Candelaria —Elsa comentó despreocupada—, haré chocolate para la rosca, mientras arregla la despensa.
—Cool, mira el lado positivo, ya al menos no fuimos a las 3B —Elsa rió con su comentario.
—No descarto la oportunidad de volver a ir, salen cosas más baratas ahí que en Soriana —ella mencionó sacando las cosas para el chocolate.
—El queso amarillo está a diez pesitos —Jack sonrió—, aunque el jamón me causó diarrea.
Elsa siguió riendo con las ocurrencias de Jack.
Después de que cada quien terminara con su tarea, abrieron la tapa de la rosca y se dispusieron a cortarla.
—Primero las damas —Jack le entregó el cuchillo a Elsa—, ojalá te toque muñeco.
—Ennestos años solo me han salido dos, a ti cinco ¿Cuál es la probabilidad de que esta ocasión me salgan más muñecos que a tí? —Elsa lo miró arqueando su ceja como si apostara con él.
—Lo averiguaremos —él sonrió de lado aceptando su apuesta.
Elsa partió un pedazo considerable de rosca, lo puso sobre una servilleta.
—¡Ábrelo! —Jack mostraba mayor emoción que cualquier niño.
—Como jodes —ella hizo un corte horizontal con el cuchillo e inspeccionó cada parte del pedazo— ¡Ja! Te la pelas porque no salió nada.
—Te odio, sucia —Jack empujó a Elsa con su cadera y tomó el cuchillo partiendo su pedazo de rosca.
Se detuvo en seco sintiendo un tope en el corte.
—Pido de rajas —Elsa dijo burlona.
—Cállate, no hay nada, solo se trabó el cuchillo —titubeó Jack.
—Si bueno, corta un poco más para que salga, de todos modos harás el mismo corte que yo —ella sonrió maliciosa.
—¿Cuántos quieres? —Jack se rindió obedeciendo a Elsa.
—Con tres estarán bien —mordió un pedazo de su rosca aún sonriendo.
—Anotado.
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¡Hola! ¿Cómo están?
La producción en este librito está demasiado lenta, pero ustedes no se desesperen que poco a poco habrá más situaciones con Jelsa.
Pd. Si, esto debió subirse desde el 5 o 6, pero equis
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Jelsa a la mexicana.
FanfictionNo es más que una recopilación de momentos Jelsa en adaptación mexicana.