CUATRO

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Es arrastrado por toda la playa, hasta que su cola se convirtiera en piernas y es capaz de estar derecho. No sirve de mucho cuando Yunho y San le dejan de pie, sus piernas aún estaban débil por estar tanto tiempo con cola.

Su cuerpo había sido tapado por uno de los viejos abrigos de piel de Hongjoong, corto pero lo suficiente para tapar, de piel blanca con parches azules. Uno de los favoritos de Seonghwa en la enorme colección de Hongjoong.

Ahora no se sentía tan bien.

Hongjoong era un hombre imponente, en especial con su estrategia pirata y la tripulación a su lado, solo que su forma de intimidar nunca había sido dirigida a Seonghwa, eso es lo que le hace temer.

Yuki no estaba, honestamente se había olvidado de Jonwa y si no fuera por Hongjoong, hubiera muerto por un disparo en la espalda. Yinoo, estaba claro su instancia, el Capitán no perdería tiempo moviendo el cuerpo, posiblemente en este momento esté pudriéndose en la playa, esperando para ser comida de animales.

Solo eran los ocho de siempre.

Seonghwa se levanta cruzando sus brazos y encerrándose más debajo la piel del abrigo, expuesto. Su piel se veía más normal, su cabello volvió al color y corte pegado, pero sobre todo, no tenía un par de aletas enormes.

El silencio le estaba matando, estaba a punto de hablar cuando se escuchan pequeños pasos que conoce tan bien. Hongjoo y Sonwah aparecen por las escaleras del barco, trayendo a Mingi detrás.

-¡Mamá! - gritan ambos, corriendo hacia el hombre en cuestión. Seonghwa intenta apretar el abrigo en con sus codos mientras abraza a ambos niños.

Entierra su nariz en el cabello lacio de Sonwah y acerca a Hongjoo a su pecho, sintiendo las fuerzas que antes eran pocas, volver.

Dios, como los extrañó.

Si va a morir al menos será viendo a sus hijos por última vez...le rompe el corazón pensar en que si se larga de este mundo, se lleva a una vida inocente que era bienvenida a sus brazos.

-No te vuelvas a ir...- murmura Sonwah, sacando un suspiro de tristeza del mayor.

-Créanme que es lo último que quiero. Pude dejar a su padre pero jamás a ustedes - murmura, levantando la mirada, encontrándose de forma indirecta a Mingi tratando de esconder la cara en su abrigo corto de pelaje negro.

Lo que tiene de grande lo tiene de sensible.

-Esto cuenta para ti también, Mingi - abre sus brazos en el mismo momento en que el mastodonte se acerca a apretujarlo en un abrazo.

Era muy sensible para ser un pirata y muy grande para no sacarle provecho, Seonghwa lo veía como uno más de sus hijos, si no lo hiciera, posiblemente el chico se moriría de tristeza.

Una tripulación no puede ser suave y sensible, expresar sus sentimientos o emociones.

Pero ellos no son cualquier tripulación, a Seonghwa le gusta pensar que son familia.

A pesar de que ahora parecen estar listos para arrancarle las aletas una por una.

-¡Mingi, es nuestro enemigo, actúa como tal! - grita Yunho, arrancado al hombre más alto de los brazos de Seonghwa.

-¡Solo estás celoso de que yo sea capaz de decir lo que ustedes quieren!

-Basta de esta mierda - habla Hongjoong, tomando el control del lugar - ¡Yunho, mueve la nave! Alejanos de aquí, ¡todo el mundo afuera! - grita, no pasa ni un segundo antes de que todos reúnan alrededor, mirando a Seonghwa expectante.

-Lo siento tanto - murmura otra vez Seonghwa, pareciera que era lo único que fuera capaz de decir.

La tripulación se acerca en un rápido abrazo, apretando a los niños en el proceso.

MISUNDERSTOOD | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora