Pequeños fragmentos de lápiz y papel

Circus Monster

Siempre hay algo que capta la atención, un acto, una noticia o solo alguien que es peculiar a la vista.

Bueno, en este momento yo soy eso que es peculiar y que capta la atención.

Erase una vez un reino mágico donde todos peleaban por tenerlo todo y resaltar, donde yo tuve la suerte de poder estar en el camino fácil hacia la cima del todo y donde abrirme paso significaba que en algún momento los reflectores y las miradas caerían sobre mi, el chico de los cuernos y los ojos rojos.

Inumerables fueron los desastres que cause y también lo fueron los tesoros de los que me hice en el primer milenio, el apodo de "El rey de todos los males" se quedó detrás de mí y funcionaba como un presagio, una advertencia de que yo me llevaría el espectáculo a donde fuera que pisara.

Un poco aburrido a la larga pero es divertido saber que solo necesite jugar y esforzarme un poco para poder mantener al mundo en una paz que era relativamente frágil, pero al final del día estaban más ocupados queriendo vencerme que intentando matarse entre sí como antes, así que al final quedarme con los reflectores de este show no es tan malo aunque sea un monstruo como ellos llaman.

Una melodia de alabanza resuena en mi castillo donde soy el que manda y el que mas resalta incluso fuera de este, donde los rumores de una chica de espada que se prepara para terminar conmigo comienzan a surgir.

No puedo evitar reírme cuando oigo de ella, aunque sabía que este espectáculo debía acabar en algún momento y me alegro de que pronto alguien conmigo pronto suba al escenario.

Las cadenas de la atención se caerán de mis brazos al menos hasta que esa intento de héroe caiga ante mi y sus esperanzas de los demás sean aplastadas por este monstruo que no dejara que nadie más pase sobre el.

Así que mientras el momento de la diversión llega seguiremos dándole al mundo un espectáculo que les helara la sangre