CAPÍTULO 1 - EL REENCUENTRO

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Había pasado un año, un año desde que Melo se subió a ese maldito avión. Era el día 27 de septiembre y Melo me llamó, pero tenía el móvil apagado, así que me dejo un mensaje en el buzón de voz.

Al llegar a casa y abrir móvil, vi que tenía un mensaje de voz de un numero desconocido:


Hola ____, soy Melo! Mañana voy a llegar a España.... ¿Quieres venir a comer conmigo? Y así aprovechamos para hablar un poco. Dime algo cuando veas el mensaje.


Le envié un mensaje a Melo aceptando su invitación y ella me respondió dándome una dirección y una hora. Era muy tarde así que me fui a dormir.


A la mañana siguiente me levanté a las diez de la mañana; me di una ducha rápida y me prepare para ver a Melo, no sabía del todo si eso era una cita o simplemente habíamos quedado como dos viejas amigas.

Me vestí con unos vaqueros rotos y unas VANS rojas junto con una sudadera blanca.


Faltaba media hora para las dos del mediodía, hora en la que habíamos quedado; salí de casa y cogí el metro hasta la parada más próxima a ese restaurante, nunca había ido ahí, me extrañó que Melo me hubiera dicho de quedar en ese restaurante en lugar de algún otro al que habíamos ido cuando estuvimos saliendo, tendría sus motivos.

Entre en el restaurante cuando faltaban diez minutos, pero ella ya estaba dentro, sentada en una mesa hablando con alguien por el móvil.

Al verla, sonreí y me acerqué. Iba vestido con unos vaqueros, unas Air Max y un jersey gris.


Me senté a su lado y ella levantó su cabeza.

- Hola!

- Hola! ¿Que haces aquí?

- Mi contrato era de un año, ahora ya no trabajo para ellos, vuelvo a dedicarme exclusivamente a Youtube. ¿Y tú que tal?

- Muy bien, estoy trabajando como editora de campañas de marketing de vídeo.

- Me alegro.

Hubo un silencio incomodo que rompió el camarero al preguntar que queríamos comer.

Después de pedir, Melo decidió hablar.

- ¿Que hay de Julen?

- Es mi mejor amigo, nada más.

- ¿Entonces vives con él?

- No, tengo mi propio piso, vivo sola. ¿Dónde vas a vivir tú?

- En el piso de antes.

Las dos nos miramos pero bajé la cabeza enseguida; decidí preguntar por Eme.

- ¿Y Eme?

- Esta con mi hermana.

- Bien.

Cuando el camarero trajo la comida, la cosa cambió; ya no era tan incomodo, no parábamos de hablar y de reírnos. Melo me preguntó si podía hacerse una foto conmigo con su cámara Polaroid, de esas que "imprimen" la imagen casi al instante; no pude negarme.


Melo guardó la foto en su mochila y nos levantamos para marchar, ya habíamos terminado de comer.

- Oye ____, ¿Me puedes acompañar a comprar un long nuevo?

- No tengo tiempo, tengo mucho trabajo por delante.

- Por favor, no me hagas suplicar.

- Supongo que puedo terminar lo mío mañana.

- ¡Bien!

Melo aprovechó para grabar para el daily; me eche a un lado para no salir en el vídeo.

- ¡Bon dia amores! ¡Ya estoy en España! Me moría de ganas de volver y aquí estoy. Me dirijo a comprar un long nuevo porque el otro ya visteis que estaba destrozado.

Supongo que ayer no hubo vídeo, pero estoy con la mudanza y todas esas mierdas de adultos, seguramente veréis dos o tres días en el mismo daily, a partir de hoy, todo vuelve a la normalidad.


Obviamente, no era a partir de ese día, sino desde el día que Melo subiese ese vídeo.

Llegamos a la tienda donde vendían longs, skates, cascos, etc.

Después de un rato hablando con un chico que trabajaba allí, Melo se decidió por un long que era negro de arriba y tenia un estampado muy chulo por debajo; ese long era para gente experimentada, aunque cuando Melo estaba conmigo nunca la había visto subida ni siquiera en un skate. También se compró un casco y protecciones.


Al salir de la tienda, Melo se moría de ganas de estrenar el long.

- ____, ¿Puedes grabarme mientras lo pruebo?

- Deberías esperar a mañana, así tendrás todo el día, y podrás grabarlo con la GoPro.

- Bf.... Esta bien. ¿Mañana estás ocupada?

- Si, pero puedes grabarte a ti misma.

- Joder, que remedio.


Íbamos andando por Barcelona con tranquilidad y Melo no paraba de mirar su nuevo longboard, se moría de ganas de provarlo, pero no lo hizo.

Llegamos al antiguo piso de Melo, el que compartimos un tiempo antes de que ella se fuera a Irlanda.


Al llegar Melo empezó a buscar las llaves en la mochila y pasados cinco minutos, las encontró.

Antes de entrar me miró de una forma rara.

- Me lo he pasado muy bien contigo, te echaba de menos.

- Yo también te echaba de menos.

Melo bajó su mirada a mis labios y se acercó; iba a besarme pero me aparte. Me miró extrañada y respondí.

- Tu y yo ya no somos novias.

- Pero yo creía que....

- Melo, yo te quiero mucho, pero no de esa forma. - La interrumpe. - Lo siento.

Nos quedamos unos segundos calladas hasta que decidí hablar.

- Mira, Melo. Yo te quiero mucho. Cuando te fuiste estuve muy triste y enfadada, pero con el tiempo ese rancor se ha ido, y ahora te tengo mucho aprecio. Me gustaría acabar bien contigo, podemos ser amigas.

- Preferiría algo más que amigas, pero mejor eso que nada.

- Sabía que lo entenderías, te deseo lo mejor, te quiero.

- Te quiero.

Nos dimos un abrazo y no nos separamos hasta pasado cinco minutos.

Al separarme de ella, me di cuenta que estaba llorando e intenté consolarla.

- No llores. Ahora ya estamos juntas, y podemos quedar cuando quieras.

- Lo siento; es que aún estoy enamorada de ti.

- Lo sé. Adiós.




Una historia sin final (YellowMellowMG y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora