Una historia sin final (YellowMellowMG y Tú)

CAPÍTULO 7 - SOLA EN EL HOSPITAL

Me desperté en una habitación blanca y limpia.

Iba vestida con una bata de color azul claro y estaba tumbada en una cama extraña, no era mi cama.

Había gente susurrando a mi lado, pero apenas oía su voz. Iban vestidos de blanco, con un cacharro colgando de su cuello y a pesar que estuvieran en la habitación, no se percataron de que me estaba despertando.

Ellos seguían hablando mientras yo abría los ojos, observando cada detalle de ese extraño lugar, aunque no distinguía nada en concreto, todo era borroso y confuso.

Me incorporé poco a poco, me quedé medio sentada en la cama y por fin, los dos individuos se dieron la vuelta y se acercaron.

Me estaban hablando, pero yo no entendía lo que me decían, casi no oía su voz, era como si mucha gente estuviera hablando a la vez y yo no me enterase de nada.

De repente, el chico cogió una linterna pequeñita y me ilumino los ojos, buscando algún símbolo de... no lo se, de que estuviera bien, supongo.

Uno de ellos me agarró la mano y entonces reaccioné. Pegué un bote y el chico me preguntó como estaba.

Ya podía oír su voz, podía distinguir los objetos de la habitación. Yo respondí que sí, y mientras me bombardeaban a preguntas a las cuales respondía que sí, en realidad estaba observando ese lugar, ya que antes no pude hacerlo.

Al final, se dieron cuenta de que no les estaba prestando atención, y volvieron a preguntarme:

¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes? ¿Sabes que día es hoy? ¿Cuándo es tu cumpleaños? ¿En que año estamos?

Yo respondía con seguridad, y ellos iban preguntando sin mostrar expresión alguna. Uno de ellos me preguntó si quería que avisaran alguien de que estaba en el hospital, un familiar, un amigo...

- ¿Dónde está mi móvil?

Se miraron con preocupación hasta que uno se acercó a la mesilla o lo que fuera eso. Después se acercó y me dio mi teléfono móvil, con la pantalla completamente destrozada y volvió a preguntarme que si tenían que avisar a alguien.

Yo les di el numero de Melo y el medico sacó su móvil del bolsillo.

- Perdone, ¿puedo hablar yo con ella por favor?

- Claro, toma.

Marqué su número y esperé unos segundos. Me pareció oír un móvil en el pasillo del hospital, pero no contestó ni Melo ni la persona de la cual oí el ruido del móvil.

Le devolví el móvil al medico, que después de guardarlo en su bolsillo, me explicó lo que había pasado.

- ¿Sabes porque estas aquí?

- Eso creo. Me han atropellado ¿no?

- Sí. Tendrás que quedarte unos días más. Te has roto tres costillas, por eso llevas parte del abdomen vendado. ¿Te duele?

- Un poco. - Me levanté la bata y efectivamente, tenía parte del abdomen vendado.

- Van a traerte comida en una hora, si necesitas alguna cosa, pulsa este botón.- Dijo, señalando un botón que colgaba detrás de la cama.

- Me puedo levantar.

- ¿De la cama? Si, pero intenta no moverte mucho ¿vale?

Sonrió y se marchó con el otro doctor. Me levanté de la cama despacio, y salí de la habitación. Tenía curiosidad, quería ver como era el hospital, así que fui a dar una vuelta por los pasillos.

Cuando aún no había bajado a la planta baja, pase por al lado de una sala más grande, con aparatos y cosas dentro, no era una sala de operaciones ni nada.

Un hombre salió de la sala con preocupación, y una mujer se dirigió hasta él. Me escondí en la esquina para poder oír su conversación.

- Si bueno, la chica está estable, aunque tendrá que estar aquí una semana.

- ¿Esa pelirroja?

- Si, la que entró a las tres. Dicen que el conductor se dio a la fuga y atropelló a otra persona por el camino.

Entonces me tuve que marchar, porque continuaron su conversación en una sala en la que no creo que pudiese entrar, siendo una paciente. Volví a mi habitación cuando una enfermara estaba dejando la comida en una mesa muy rara que estaba al lado de la cama.

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