CAPÍTULO 2 - FLASHBACK

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Hace un año


Melo estaba a punto de subir a un avión que la alejaría de mi durante un año; tenía el brazo rojo de sangre, pero eso era lo que menos me importaba. Antes de que Melo subiera las escaleras la agarré del brazo y la giré hacía mí.

- Entonces... ¿Todo acaba aquí?


Melo me miró unos segundos, parecía que iba a decir algo, pero bajó su cabeza, y subió las escaleras hacía la puerta del avión casi a cámara lenta.

Yo estaba al lado de las escaleras, llorando, viendo como poco a poco se iba alejando de mí. No oía nada más que los pasos de Melo, cada vez más sonaban más bajo, a cada peldaño que subía mi corazón iba más lento, como si estuviera a punto de detenerse, como si supiera que ya no pintaba nada allí.


Melo fue la última en subirse; una vez dentro, un guardia de seguridad se dirijó a mí.

- Señorita, no puede estar aquí, salga de la pista por favor.

Miré por última vez al avión y vi a Melo a través de la pequeña ventana. Ella giró su cabeza y me miró por última vez; las dos estábamos llorando.


El avión empezó a moverse y me eche para atrás, donde me dijo el guardia. Me quedé en la "zona de seguridad" mirando a aquella ventanita mientras el avión despegaba. Me quedé unos minutos mirando al cielo hasta que el avión se desvaneció entre las nubes el hombre de seguridad volvió a insistir en que no podía estar allí y me acompaño hasta la salida del aeropuerto.

Al salir, cogí el móvil y me puse a escuchar música con los auriculares.


Llegué a urgencias un cuarto de hora más tarde, pero tardaron casi una hora en atenderme.


Joder, pues no veo mucha urgencia, como para que me hubieran disparado, ya estaría muerta. - Pensé.

Pasé a la consulta y el médico me hizo una radiografía. Me dijo que me había roto no se que hueso o ligamento o algo raro; no sabía exactamente que me dijo, pero me vendo el codo y medio brazo.

- Vuelve en una semana, si te duele mucha te tomas una de estas.

El médico me dio un bote de pastillas y me fui al piso de Melo.


Al principio, después de que Melo se fuera, estaba muy triste y muy enfadada con ella, sentía mucho rancor y pensaba que no podría volver a verla porque sino me entrarían ganas de matarla.

Tenía mucho miedo de volver a caer en una depresión; los primeros días no hacía nada más que comer y dormir, solo me levantaba de la cama para comer.


Después de unas dos semanas destrozada, comprendí que no podía estar así todo la vida. Encontré trabajo y un piso cerca de la playa, en un barrio residencial.

Durante unos meses estuve viendo los vídeos de Melo cada día, ya fueran los de MeloMore o del canal principal, pero eso solo me hacía daño. ¿Cómo iba a olvidarla si no podía dejar de ver sus vídeos?

Desde ese día no volví a mirar ni vídeos ni redes sociales y me sentó muy bien.

Con el tiempo me dí cuenta de que a pesar que Melo me había hecho mucho daño, también me había regalado los mejores momentos de mi vida; decidí quedarme con lo bueno de nuestra relación, y ya no le tenía rancor.


Ella nunca me envió ninguna carta, no mensajes, ni llamadas; nada. Eso me molesto, pero me acostumbre a eso. Durante esos meses le cogí mucho cariño a Julen, y se convirtió en mi mejor amigo, me pasaba mis ratos libres con él, era muy divertido.

Julen me ayudo mucho a superar lo de Melo, fue el primero en enterarse, y el que más me apoyo, quizás seguiría como el primer día de no ser por él. No sabía si seguía enamorado de mi, nunca mencionamos ese tema, lo dejamos como algo del pasado.

Tampoco volví a saber nada de Nuria, cosa que me facilitaba las cosas.


Melo nunca mencionó nada de nuestra relación o nuestra ruptura en los videos. Los primeros meses todos le preguntaban por nosotras, el 80% de los comentarios eran siempre la misma pregunta, pero como Melo no dijo nada, ellos al final lo dieron por sentado y pararon de preguntar, aunque siempre había algún despistado que no se enteraba del cuento.


El día en que escuché su mensaje, me puse muy contenta. No estábamos juntas, pero yo aún la quería, así que por fin la vería después de un largo año.

Decidí mirar sus últimos dailys para ponerme un poco al día.


Melo iba con sus gafas de pasta y volvía a tener el pelo largo. Algo que me llamó mucho la atención fue que se tomo muy enserio lo de adelgazar y mantener una buena dieta, había perdido peso y eso se notaba.

Descubrí que se había aficionado a ir en long, y lo hacía muy bien.

Aproveché para mirar también los vídeos del canal principal; a cada video, más nerviosa estaba, me dí cuenta de que seguía enamorada de ella, aunque yo tenía metido en la cabeza que ya la había olvidado.


Después de responder a su propuesta, me dormí enseguida.

Esa noche soñé que yo estaba en el aeropuerto esperando, y al vernos, corríamos a cámara lenta hasta que nos abrazábamos, Melo me levantaba y me daba una vuelta en el aire y al bajarme volvía a abrazarme con más fuerza que nunca, pero yo sabía que eso no pasaría.

Una historia sin final (YellowMellowMG y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora