No Me Interesa Ser Un Héroe

PARTE 28

Es de noche, hace frío y en el cielo no hay más que oscuridad. El viento sopla silenciosamente.

En medio de la oscuridad, sin prisa alguna, Izuku Midoriya camina.

Para el es completamente inexplicable, siente una conexión y esa misma conexión lo dirige a una dirección, tal vez sea efecto de su nuevo poder.

Se detuvo en silencio, la sustancia producto de su habilidad rodeaba casi por completo su cuerpo, lo único que no cubría era sus ojos y cabellera. Miró lo que estaba frente a él, una cabaña.

Ahí está, él e Izumi están ahí.

No lo dudó, entró en ella.

La puerta era pesada, al abrirla rechinó haciendo eco en toda la habitación. Luego la madera crujió con cada pasó que este daba.

Observó a sus costados, una mesa, una silla y una cama con una gran mancha de sangre. En la silla él estaba sentado.

"¿Donde está mí hermana?" Izuku rompió el silencio.

El viento sopló por la ventana.

"Aquí no" el hombre respondió.

El viento sopló por segunda vez.

"¿Donde está mí hermana?" Volvió a preguntar.

El viento sopló por tercera vez.

"No sé, ¿Muerta, tal vez?" Con cierto tono de burla el hombre respondió.

El viento está vez no sopló, guardó silencio al igual que Izuku.

"Si te lo preguntas yo no la asesiné, la dejé ir hace una semana".

No tiene sentido.

"¿Hace una semana?" Con incredulidad en su voz Izuku preguntó.

No tiene ningún sentido, a penas han pasado unas horas.

"No tiene sentido, ¿Verdad?" El hombre comenzó a hablar, parecía que no iba a detenerse en poco tiempo.

"Le conté a tu hermana un fragmento de mí infancia, le conté sobre como Orión había asesinado a algunos niños por accidente. Pero eso no era más que un fragmento de mí corta infancia".

Izuku solo escuchaba.

"Pasé años intentando hacerme fuerte, tenía que serlo si quería sacar a Orión de prisión, pero me dí cuenta que mis esfuerzos eran completamente inútiles, jamás sería más fuerte que una persona con una particularidad de combate. Al darme cuenta de-"

"No me importa tu vida, ve al punto" Izuku le interrumpió.

"Decidí al menos ser abogado y así por lo menos conseguir una mejor sentencia, pero iba a tomar tiempo, mientras estaba en la biblioteca un libro cayó sobre mí. Cuando lo leí no pude evitar pensar que era el destino" el hombre hizo una pausa, tragó saliva y siguió narrando.

"El libro hablaba sobre una isla, la isla parecía estar atrapada en el tiempo, las criaturas y todo en ella era primitivo, y como todo lo primitivo: peligroso. Por ello el gobierno simplemente la borró de los mapas, pero no solo hablaba sobre la isla, el libro también narraba sobre una entidad que otorga poder a aquellos que verdaderamente lo desean".

Izuku se dió cuenta de algo.

"Poco después dejé la escuela y comencé a realizar varias actividades lícitas, robar, golpear a gente por diner y todo eso. A la edad de 18 años ya estaba en un pequeño bote en dirección de la isla".

Por la ventana, el sol comenzaba a asomarse.

"Llegué solo, estaba preparado para todo, traía comida y algunas armas. Pensé que iba a estar bien solo con ello, pero subestimé a la isla. Varias bestias me atacaron, en el proceso para llegar a la cueva y obtener el poder varios de mis huesos fueron rotos y varias heridas infectadas tenía, pensé que iba a morir pero no lo hice".