No Me Interesa Ser Un Héroe

PARTE 16

Frío.

Una fuerte sensación recorrió todo el cuerpo de Izuku.

Todo su cuerpo estaba entumecido, le costaba respirar, el aire era helado, sus pulmones pesaban y sus ojos no podían abrirse.

"(¿Que carajos es esto? Hace mucho frío)"

Izuku estaba helado. De la noche a la mañana el clima cambio, una helada terrible azotó toda la isla.

Izuku puso sus dedos en sus párpados y forzosamente abrió sus ojos.

Todo a su alrededor era blanco.

"¡¡Izumi!!"

Izuku rápidamente miro a su lado en busca de su hermana, por suerte allí estaba. Está ni presentaba signos de congelación, tal vez gracias a su quirk.

Izuku movió el cuerpo de su hermana, está poco a poco se despertó. Una vez estuvo lo suficiente despierta se dio cuenta de su alrededor.

"¿Que paso? Ayer hacía mucho calor"

"N-no se" Izuku tartamudeo.

El estado de Izuku era algo preocupante, el a diferencia de Izumi no tenía un quirk que al menos lo mantuviera caliente.

"¿Oni-chan?"

Izumi miro a su hermano, se dio cuenta de su estado.

"¿Estás bien oni-chan?"

Izuku no parecía responder.

"¿Oni-chan?" Izumi se acercaría hasta su hermano y tocaría su hombro.

Izuku cayó. El cuerpo de Izuku llegó a su límite, en respuesta Izuku simplemente se desmayo.

"¡¡Oni-chan!!"

Izumi agarró el cuerpo de Izuku, al tocarlo se dio cuenta que este estaba completamente helado.

Izumi tenía que pensar rápidamente de lo contrario su hermano moriría, por suerte lo hizo. Arrastró el fuerte de Izuku hasta el árbol hueco, allí dentro no parecía hacer tanto frío, además el humo casi había desaparecido.

Izumi se sacaría su ropa y se la colocaría a Izuku, ella no la necesitaba. Uso su quirk para prender fuego en el centro del árbol, por suerte este no parecía exhalar mucho humo por lo que Izuku puso a Izuku cerca de este.

Izumi hubiera abrasado a su hermano para así calentarlo, pero eso no era la mejor opción, si lo hacía el fuego se apagaría. Lo mejor era quedarse a un lado de Izuku para así usar su quirk cada vez que el fuego se estuviera por apagar.

Poco a poco el cuerpo de Izuku retomaría su color natural, en el peor de los casos Izuku perdería un brazo o una pierna debido al frío, pero este no parecía el caso.

Izumi estuvo en todo momento al lado de Izuku, ella escupía fuego cada vez que era necesario, al no estar muy familiarizada con su particularidad la garganta de Izumi comenzaría a arder, pero ella ignoraría el ardor y seguiría. Poco después el ardor se convertiría en dolor, un dolor agudo en la garganta.

Ella podía parar, Izuku ya no parecía necesitar el fuego, ahora podría abrazarlo y calentarlo con su cuerpo, pero no podía arriesgarse así que siguió y siguió.

Pasaron muchas horas e Izumi ya no podía más, el dolor de su garganta era casi que insoportable, pero aún así ella necia seguía escupiendo fuego cada vez que era necesario.