PARTE 26

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Cinco meses después.

El gélido invierno ya terminó y los tiempos primaverales hacían acto de presencia.

¿Que fue lo que pasó durante estos meses?

Les haré un resumen.

Durante la primera semana en la cueva Izuku e Izumi se dedicaron exclusivamente a la exploración de los diferentes conductos que habían en la cueva.

Para no perderse se ayudaron flechas en el suelo las cuales siempre señalaban hacía donde quedaba la salida.

El mayor impedimento de la exploración era la visibilidad, pero de esto se encargaba Izumi. Los ojos de los hermanos se adaptaron rápidamente a la oscuridad, pero cuando aún con los ojos adaptados no podían ver, Izumi se encargaba de usar su particularidad para escupir un poco de fuego e iluminar su camino.

La ventaja del fuego de Izumi era que no producía humo, esto ayudo a la exploración en gran medida.

La cueva era enorme, pero esto no fue problema para ambos hermanos. Tras seis días de búsqueda imparable encontraron una segunda salida.

La salida era otro túnel el cual conectaba con el exterior de la selva tropical.

Esto significaba que tranquilamente los hermanos podían vivir en la cueva sin preocuparse por el hombre que habitaba en la isla.

La salida a la selva facilitaría la recolecta de comida, sin embargo esto solo era una solución temporal.

Pero... algo sucedió en el primer mes dentro de la cueva.

La cueva se convirtió en el mundo de los hermanos Midoriya.

En su afán de conocer en su totalidad la cueva Izuku e Izumi encontraron algo maravilloso.

Luz. Eso fue lo que encontraron.

Plantas desconocidas por el hombre emitían una luz la cual iluminaban el interior de la cueva y el agua que había en ella.

Exactamente, los hermanos Midoriya encontraron un acuífero repleto de vida.

Con su nuevo hallazgo Izuku e Izumi no volvieron a salir de la cueva.

Durante cinco meses la cueva se convirtió en su mundo.

A pesar de ello Izuku siguió pensando en el mayor problema.

No podían estar en la cueva para siempre, en algún momento habrán crecido lo suficiente y no podrán pasar por los túneles.

Tuvieron que fortalecerse.

Debian de ser lo suficientemente fuerte para estar preparados para poder defenderse del hombre que habitaba la isla.

Comenzaron a pelear en todo momento, esto con el fin de ganar experiencia en combate.

Hicieron todo tipo de ejercicio para aumentar su fuerza, las rocas de la cueva los ayudaron en el proceso.

Izumi demostró ser hermana de Izuku, rápidamente aprendió a pelear y se mantuvo a la altura de su hermano.

Izumi no solo se centró en su entrenamiento físico, además de ello se centró en mejorar el control de su particularidad.

Pero recién a los dos meses de entrenar Izuku se dió cuenta que debía fortalecer no solo su cuerpo, tenía que fortalecer su mente y demás sentidos.

Sus ojos ya eran lo suficientemente buenos, necesitaba mejorar su oído. Para esto utilizo un método demasiado sencillo.

Vendó sus ojos la mayor parte del tiempo y trató de vivir solo con sus oídos.

No Me Interesa Ser Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora