Sargento Iruma | One Shots +18

.010.

Toda la semana me la había pasado jugando a más no poder. Quería, necesitaba esa carta.

La media noche había llegado y con ella, la aparición de dicha carta.

Tiré.

Cada uno de mis benditos ahorros se fueron en el gacha y la mendiga carta nunca salió.

Me quejé recostadome en el sofá y así me quede, lamentándome hasta que él apareció, besando mi mejilla y dirigiéndose a la cocina para prender la cafetera. Claro, su café para poder seguir con su trabajo.

—¿Qué tienes, preciosa?

—Déjame. Quiero seguir sufriendo por el resto de mi vida— él soltó una risa y se acercó, poniéndose de cuclillas frente a mi, mirándome con esa sonrisa burlona.

—¿No prefieres que yo te haga feliz?— se acercó más a mi rostro, pero la mano que colgaba contra el sofá fue la que lo empujó.

—Hablo en serio. Déjame. Estoy muy frustrada como para que vengas a contentarme.— me quejé antes de ocultar mi rostro en el sofá. Jyuto suspiró.

—No salió tu carta, ¿cierto?— comencé a sollozar. Él soltó una risa y acarició mi cabeza —Mi amor, sólo es una carta. No es el fin del mundo.

—Eso lo dices porque no tienes a alguien asi de especial e importante para ti...

—Bueno, cuando decidí probar suerte en aquella cafetería, no me molestó para nada haber conseguido dos números telefónicos en el momento, y miranos, fuiste mi recompensa de gacha más anciada y apreciada.

—¡Deja de recordarme que me hablaste porque la otra no te contestó!— él rió y acarició mi brazo.

—Lo que quiero decir es... que quiza obtengas una carta aún mejor algún otro día.

—¡No puedo hacer eso!— me quejé sentándome en sofá mientras limpiaba mi rostro —Ya no tengo gemas, no tengo boletos... ya no tengo de donde sacar más...— la cafetera sonó y él fue a apagarla, sirviéndose una taza y bebiendo de esta.

—¿Sólo se puede sacar hoy?

—¡Si! Solo hoy porque hoy es el cumpleaños de mi hermoso y precioso Sakuya~...— me quejé.

—Eso me halaga— dijo con sarcasmo.

—Jyuto~...— me quejé de nueva cuenta saltando en el sillón a modo de berrinche —Yo quería mi carta porque nunca he sacado una carta de cumpleaños de él— decía mientras mi voz comenzaba a cortarse.

—¿No hay misiones especiales o algo así?

—¡Ya las hice todas! Todo lo que va de la madruga he estado jugando pero ya no hay más... mi única esperanza es meter una tarjeta de crédito, la cual no tengo...— en eso, se me prendió el foco —Préstame tu tarjeta de crédito— dije juntando mis manos a modo de súplica.

—Estas loca.

—Si, loca por Sakuya. Y me volveré aún más loca si no saco su tarjeta de cumpleaños. Por favor~...

—No— dijo luego de tomarle a su cafe y acercarse al sofá, sentándose.

—Mi amor~... por favor~...— dije abrazándome de su brazo, repegandome, como si de un gato se tratase.

—______, no. ¿Como vas a gastar dinero de MI tarjeta de crédito para comprar gemas para un juego?— me quejé saltando nuevamente en el sofá.

—¿No querías hacerme feliz? Pues esta es la manera. Dejandome usar tu tarjeta para conseguir a Sakuya bebé precioso~...