Veinticuatro: Descubrimiento

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Jisoo corrió por los pasillos chocando con varias personas a su paso hasta llegar a la cafetería en donde encontró a Rosé entretenida tomando una taza de café. Al percatarse de su llegada sonrió con suficiencia señalándole la silla del frente con la mirada.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Jisoo de manera brusca.

—¡Hola! Yo estoy bien, gracias ¿y tú? —respondió irónicamente poniendo los ojos en blanco. Jisoo intentó protestar pero Rosé la hizo guardar silencio al momento de colocar una bolsa de regalo sobre la mesa—. Esto es tuyo.

—¿Qué es eso?

—Los auriculares que dije que te daría y un peluche de pollo —respondió Rosé desviando la mirada.

Jisoo miró dentro de la bolsa y efectivamente dentro había una caja de auriculares y un lindo peluche amarillo en forma de pollito. Se quedó sin habla por un par de segundos que parecieron eternos, la verdad es que no sabía que decir. En su último encuentro luego de descubrir la identidad de la otra, las cosas no terminaron bien. Se quedaron en completo silencio hasta que el elevador volvió a funcionar. Después de eso, ambas huyeron sin decir nada.

—¿Por qué me das ésto?

—No lo quería tener, no es mío, además lo compré pensando en Chickengirl —contestó sin mirarla—. De manera virtual eres genial, pero en persona... dejas mucho que desear.

—No es como si tú fueses la gran persona. Has sido muy grosera conmigo desde el comienzo. Todo empezó mal, desde que intentaste quitarme el último sándwich del bar, por tu culpa nos llevaron a la delegación.

—Eso se pudo evitar si me hubieses dado el sándwich, pero no, te negaste a dármelo —Rosé se cruzó de brazos.

—¿Por qué iba a dártelo? Era mío, yo lo vi primero —recriminó Jisoo rodando los ojos con molestia. Rosé imitó su acción y frunció el ceño—. Acepta que te comportaste como una niñita tonta, no debimos pelear por algo tan estúpido. Las cosas pudieron ser diferentes para nosotras.

—¿Diferentes en que sentido? —preguntó Rosé fijando su vista en ella.

—Posiblemente nos habríamos conocido como Avocachaeng y Chickengirl. Tal vez ahora seríamos buenas amigas, no lo sé.

—Nos conocimos en el momento equivocado —comentó la rubia jugueteando con su taza de café. Tan pronto como vio que Jisoo estaba dispuesta a marcharse, actuó por impulso tomándola del brazo sin ejercer tanta presión—. Espera... ¿ya te vas? Hmm... ¿te gustaría... comer una dona conmigo?

—¿Una dona? —Rosé asintió con la cabeza—. Ya he comido bastantes donas de aquí, recuerda que estás en el edificio de mi difunto padre.

—Ya sé, solo pensé que tal vez podríamos... —Rosé apretó los labios antes de negar con la cabeza—. Olvídalo, solo venía a dejarte eso y ya lo hice, ahora será mejor que me vaya.

—Me refiero a que no me apetece comer donas aquí, es algo que hago a menudo, pero... ¿te gusta el pollo frito?

—¿Pollo frito? Pues... sí, si me gusta.

—Bien, conozco un lugar cerca de aquí —comentó Jisoo tomando la bolsa de regalo que estaba sobre la mesa. Comenzó a caminar y al ver que Rosé no la seguía, paró en seco—. ¿No vienes?

—¿Yo? ¿tú y yo? —preguntó con desconfianza.

—Sí, vamos rápido, no tengo mucho tiempo libre, tengo una cita con un cliente en dos horas —le dijo poniendo sus ojos en blanco. Rosé la siguió por detrás sin mencionar palabra alguna. Cuando llegaron a su coche, Jisoo le indicó que abordara en el asiento del copiloto—. Sube.

SHE LOVES CONTROL • [Michaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora