Treinta y tres: Confused

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Rosé caminó a paso lento, sosteniendo un vaso de café y un sándwich sobre sus manos. Su mirada se posó en Jisoo, ella estaba sentada en la sala de espera con su teléfono en manos.

—Toma, es para ti —le dijo Rosé extendiéndole el café y el sándwich a la mayor—. No has comido lo suficiente estos últimos días.

—La comida de los hospitales no es buena —murmuró Jisoo haciendo un pequeño mohín, pero aún así aceptó todo lo que la rubia le daba—. Te lo agradezco mucho.

—No es comida de hospital, por increíble que parezca deduje que la comida de aquí no te gustaría, entonces fui a una cafetería que se encuentra por aquí cerca y te compré ésto —comentó Rosé tomando asiento a su lado. Jisoo intentó ocultar su sonrojo gracias al bonito gesto que la contraria había tenido con ella. Era la primera vez que alguien más además de su familia se preocupaba por ella—. ¿Y ya hablaste con tu prima?

—La tía Seohyun está hablando con ella ahora, supongo que nadie mejor que su madre podría darle la lamentable noticia de la muerte de su padre —contestó Jisoo tomando un pequeño sorbo de su café—. Todo es tan difícil.

—¿Y tú? —preguntó Rosé—. ¿Qué piensas de todo lo que ha pasado?

—Yo... al principio estaba muy molesta, pero después me puse a pensar que no ganaba nada enfadándome, eso no me devolverá a mi padre. Las cosas pasan por alguna razón, el destino fue muy cruel pero ya estaba escrito, no se puede cambiar. Jae Kim rendirá cuentas de todas sus atrocidades en donde quiera que se encuentre.

—Esa es una respuesta muy madura de tu parte. Nada que ver con la mujer que se peleó conmigo por el último sándwich de la barra de un club nocturno —dijo Rosé con burla haciendo memoria de la noche en que se conocieron—. Pero fue bueno conocerte...

—Siento mucha vergüenza de haber actuado así, es que siempre estuve acostumbrada a tener todo lo que quiero y tú te negaste a darme el bocadillo —espetó mostrando un puchero con los labios—. Para mí la comida es sagrada, en especial el pollo frito.

—Creí que habías dicho que yo era mejor que el pollo —murmuró la rubia, haciendo contacto visual con la contraria—. ¿A caso me mentiste?

—No mentí, de verdad eres mejor que el pollo frito —confesó regresándole la mirada con intensidad—. Porque el pollo frito no hace latir mi corazón tanto como tú lo haces

—Ya te dije que eso se llama taquicardia y de eso se murió mi tío, así que cuidado con eso.

—Tontita —bromeó Jisoo dándole un mordisco a su sándwich—. ¿No deberías estar trabajando ahora?

—En efecto, pero tomé mi hora de comida para venir a verte —murmuró a la par que jugueteaba con sus dedos—. Estaba con el pendiente de que necesitaras algo, además también me puse muy feliz cuando me contaste que finalmente Dahyun despertó, me alegra mucho que no haya demorado tanto en estado crítico, porque he escuchado de casos que tardan meses o hasta incluso años en reaccionar.

—Sí, afortunadamente es joven y fuerte, puede contra eso y más —dijo Jisoo y Rosé asintió con la cabeza—. ¿Y qué tal el trabajo?

—Bien, todo estupendo —respondió la rubia y Jisoo permaneció en silencio un par de segundos que para Rosé fueron eternos—. ¿Sucede algo? ¿hice algo malo?

SHE LOVES CONTROL • [Michaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora