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Lucrecia tenía al bebé en sus brazos, dormía plácidamente, se veía tan tranquilo que eso le daba la paz que tanto necesitaba.

La puerta de la habitación fue abierta y notó a su esposo entrar con un gran arreglo de flores y un globo. Quería estar enojada con él, pero era imposible, así que le sonrió.

- Lamento no haber estado aquí cuando despertaste, pero necesitaba comprar unas cosas - dejó el arreglo en un lugar y se acercó a ella - te compré más, pero esas las traerán más tarde - le dió un beso

- Gracias. Es lindo - bajó su mirada al bebé

- Demasiado, se parece mucho a ti

- No hay que ser un genio para saber que el color de sus ojos es como el de nosotros

- Lo sé - pasó su dedo por la mejilla del niño - tu mamá estaba como loca comprando cosas

- ¿En serio?

- Si

- ¿Crees que nos digan algo del nombre?

- No lo sé, pero saben cuál es nuestra obsesión y era obvio que sería relacionado a eso

- Es un bebé muy lindo

- Ya te dije, se parece a ti. Gracias de nuevo - ella lo miró - por esto

- Sabes, lo amo y tal vez es estúpido pero es adorable - sonrió - me siento mal por no haber podido conectar con él antes

- Serás una execelente mamá

- Te he sentido muy lejano y no quiero perderte

- Si es por lo de la fiesta si estuve con ella, bailamos, nos tomamos unas copas y ya... Eso fue todo

- No sé si creerte

- Y ate dije que puedes hablarle a todos nuestros conocidos

- No pienso quedar como una loca delante de todos - regresó su atención al bebé que tenía en sus brazos - tenemos un hijo y tal vez las cosas cambien mucho, pero hay muchas entrevistas tuyas diciendo que siempre la amarías. Ahora te pregunto ¿Aún lo haces?

- Le tengo cariño porque fue una relación muy bonita, pero ya no la amo, porque a la que amo es a ti - ella puso los ojos en blanco - te prometo que cuando el niño esté un poco más grande podremos dejárselo a alguien y te voy a llevar de fiesta, porque sé que lo extrañas

- Estuve encerrada casi todo lo que duró

- También iremos de viaje

- No sé que hice para que me soportes

- Ser bonita

Definitivamente si vida había cambiado y sería complicado, pero se esforzaría por dejar a un lado todas sus inseguridades y ser la madre que siempre quiso.

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Alice entró a la habitación antes que todos, la mujer estaba emocionada por conocer a su nieto. Una sonrisa se dibujo cuando vio a su hija con el pequeño bebé.

Detrás de Alice entró FP con una bolsa de regalo infantil y una color rojo. Los demás entraron después de la pareja.

— Hola, cariño — saludó la rubia con voz baja a su hija, para no despertar al bebé — ¿Cómo estás? — se acercó a la cama

— Algo adolorida y dado que fue una cesárea tendré que tener reposo obligatorio — pasó su mano por la pequeña espalda del bebé — Papá ¿No te vas acercar?

Detrás de cámaras 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora