Capitulo 12 - El principe Canalla

556 54 57
                                    


Daemon




Corrí tras caraxes después de salir del salón del trono y hablar con viserys. Tuve la suerte de ver por última vez a Rhaenyra antes de partir. Sabía lo que tenía que hacer, sólo dos cosas se interponían entre nosotros. Es momento de acortar la brecha.






Me monte en caraxes, nos dirigíamos hacias las heladas tierras Del Valle, es momento de visitar a la Zorra de bronce. Creo que se alegrará de mi visita pensaba mientras reia, parecía un poco loco pero estaba decidido.







Al llegar al valle, deje a caraxes en un lugar lejano de cualquier rastro de vida humana, no quería que nadie supiera de mi visita. Me coloqué la capucha que había usado cuando fui con Rhaenyra al lecho de pulgas, era grande de un negro gastado pero ocultaba completamente cualquier rasgo Targaryen.







Mientras recorría el camino a pie, miraba el lugar tan aburrido al cual estuve amarrado tantos años, enserio no cambia nada acá y hacía mucho frio, odio el frío.







Pensaba en Rhaenyra, si ella habría entendido la razón por la que huí del castillo o si escucho que pedí su mano, esperaba que entendiera que ella me importaba al escucharme pedir su mano. Estoy haciendo esto por nosotros pensaba y luego vi a lo lejos a la zorra de bronce, siempre hacia el mismo recorrido a caballos Solá, me acerqué lentamente.






- querido esposo has vuelto, al fin piensas cumplir tus deberes y engendrar un hijo ? Dijo ella irónicamente







- prefiero a las ovejas, gracias. Respondí con una sonrisa







- qué quieres Daemon? Escuche que el rey nombró a tu sobrina como heredera, eso debe haber dolido.






- No me hace feliz no ser rey pero no me molesta que lo sea ella. Le dije mientras me acercaba cada vez más a ella lentamente






- Siempre tuviste debilidad por esa mocosa, nunca serás rey a menos que.. ella se quedó callada al darse cuenta pero ya era tarde, estaba frente a su caballo al cual asuste y di un leve toque para que este cayera sobre ella







- maldito cobarde. Nunca te aceptarán como su esposo de esa niña. Decía ella mientras se retorcía de dolor aunque solo movía la cabeza, creo que quedó lisiada








- sabia que no podías acabar, me grito mientras me alejaba. En realidad solo iba por una roca, la quería ayudar en su desgracia y así aplaste su cabeza como una calabaza.




Huí de ese lugar cubierto nuevamente con mi capa, no quería que nadie se enterara de mi inesperada pero placentera visita. Fui tras caraxes y me dirigí hacia Mercaderiva, Corlys necesitaba mi ayuda y sería una coartada perfecta.







Había tomado el papel que Lord Corlys envió el cual solicitaba ayuda al reino para enfrentar una guerra creciente entre los marinos y los "cangrejos" que comenzaba lentamente a ser un gran asentamiento.






Volé hacia Marcaderiva a ver a Lord Corlys en persona para ofrecer mi apoyo, quería demostrar que como comandante de los capas doradas podría ganar cualquier guerra.






Al bajar de Caraxes me estaban esperando un grupo de soldados asustados, no había anunciado mi llegada y al ver mi dragón obviamente se asustaron.









Mientras caminaba para encontrarme con Lord Corlys y la princesa Rhaenys me topé con su hija, Lady Laena, ella era una niña de 15 años y prometía ser toda una belleza de piel oscura, ojos oscuros y pelo blanco largo.








Daemon & Rhaenyra- ardamos juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora