Antonio y los cinco Jaguares/Encanto

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"Él me dijo algo curioso.. Qué lleva rondando en mi cabeza por largo rato, él dijo que antes de nosotros, el joven Antonio tenía otro Jaguar aquí."

Explicó el macho a los demás Jaguares, retomando en el mismo día unas horas atrás. Antes de proceder a comerselo para luego arrepentirse y caer rendido arriba de su presa, ahí estaban los dos recostados en el colchón mientras Bruno acariciaba su cabeza, comenzó a hablar;

-Sabes.. No sé si me podrás entender pero, eres muy especial para Antonio, todos los de tu manada lo son, siempre fue así, recuerdo cuando tenía a su antiguo Jaguar, era tan lindo.-

El macho al escuchar eso se apartó de Bruno para mirarlo fijo, como queriendo que le cuente más, Bruno se sentó en una orilla de la cama alejado de la bestia mientras ésta se acomodaba a un costado.

-Sabías que Antonio tenía un amigo muy parecido a ti? Cuando él recibió su don, ese Jaguar a igual que otros animales aparecieron. Antonio amaba a todos pero con ese Jaguar era diferente, él era su mejor amigo, tan cariñoso y lindo con todos nosotros, lo único que tiene de diferente es que él no comía carne, hacía caso a lo que Antonio decía y por varios años fue así, inseparables. Pero llegó ese día.-

Hizo una pausa mirando el techo, el Jaguar acercó su hocico a la fría mano de Bruno, éste se asustó por el contacto, sonrió con algo de miedo para seguir;

-Una noche Antonio lo dejó fuera y al mediodía apareció muerto por culpa de los cazadores, no se sabe quién fue, pero se notaba que no le importó mucho pues lo dejó ahí tirado.-

El Jaguar estaba sorprendido de lo recién dicho al igual de la actitud del varón que tanto le atraía, de verdad ese anterior Jaguar fue muy importante para la familia.

Después de explicar todo eso con varios agujeros en el contexto los demás se extrañaron, más la hembra que se apartó por un momento.

"Antonio nunca nos dijo que hubo alguien más como nosotros aquí."

"A quién le importa eso?! ¡¿No escuchaste?! Los cazadores mataron a uno de los nuestros y lo dejó como si nada, solo fue por odio y miedo, no había otra razón!"

Habló uno de los hermanos molesto.

"Y qué esperas? Este pueblo es mucho más cruel de lo que pensaba, no entiendo como es que Antonio pudo permitir eso."

Siguió el segundo hermano, la hembra encaró;

"Creen que es por culpa de Antonio? Ese tipo dijo que fue por los cazadores, no es así?"

"Qué yo recuerde sí.."

Desvió la mirada el macho serio, fue mala idea abrir la boca, sabía que debía hablarlo con el niño pero por presión no pudo retenerlo tanto.
Se quedaron callados sin saber qué pensar hasta que uno de los hermanos preguntó;

"Oigan.. Recuerdan que nos decían que hubo un Jaguar manso en este pueblo? ¿Ustedes creen que haya sido parte de nuestra manada hace años?"

"Y eso de qué nos sirve?"

"Hermano mío, si era un hermano más entonces no tendríamos que cobrar venganza como lo prometimos?"

Los hermanos hacían preguntas al aire, esperando a un reproche de la hembra pero esta vez no lo hubo.

"Ya sé que prometimos vengarnos por nuestros hermanos caídos, por la madre de nuestro pequeño hermanito y por mi padre.. Creo que voy a tener que verificar la zona antes de intentar algo.."

Se fue algo desilusionada dejando a los machos solos, escaló el gran árbol para ver si el niño dormía, al ver que estaba en lo correcto fue a un nido de Coatíes a pedir que abran la puerta, éstos aterrados hicieron caso, los Jaguares se quedaron esperando una orden para salir pero solo recibieron una mirada.