El Caso Jeon

capítulo seis

La mente humana ¿que haremos con ella? rebosante de inteligencia, pero ignorante en como usar este misma. igual que todo en este mundo, todo pro tiene su contra, y si de la mente humana hablamos la única consecuencia seria la demencia. la demencia empieza como un pequeño punto negro en tu cerebro, después se trasforma en un ovalo, lo que significa que crece. con el pasar del tiempo el que era un pequeño punto negro se expande de manera lenta, pero segura por toda tu mente hasta que de alguna manera llega a tu sistema  haciendo que tu sangre se infecte y la demencia te llena. la demencia te llena como cual sentimiento de odio, amor, tristeza. abarca gran parte de ti y empieza a dominarte, pero espera, no creas que la demencia te domina encontra de tu voluntad, no, ella te pide permiso de manera sigilosa y te hace hacer pequeñas cosas, como abrirle la panza a un gato y poder ver sus intestinos latientes, la demencia se queda a ver tu reacción, y si en tu cara se ve el rostro de la satisfacción, ella se quedara, te abrazara he incluso te hará el amor. te hará esclavo de sus deseos y tu estarás encantado de estar a sus pies, si, ella sabe, ella sabe donde quedarse.

Una mente inteligente tiene por consecuencia un pequeño punto negro.

Cuando él nacio, no tuvo elección, no. porque cuando Jeon Seokjin tuvo uso de razon lo primero que recuerda fue a la locura bailando de manera sensual, ella se movia como una serpiente antes de tentar a un profeta, sabia que mientras más seria mas peligrosa era, y el no pudo, ni quiso negarse, no. el solo extendio sus brazos y espero con ansias los efectos de lo que ahora habia adquirido. tiempo despues fue eljido como miembro de real importancion en su tribu.

solo tuvo que aceptar lo que con sensualidad a el llego.

Así como solo acepto aquel cuerpo que en su mesón yacía tirado, casi agonizando con sangre chorreando por sus piernas y una caballera asomándose en su cavidad vaginal. la mujer que hace unas horas habia entrado en labor de parto, habia sido entregada a Jeon seokjin ya que su estimado amigo sabia cuanto le gustaban los fetos, o bueno, los recien nacidos.

Seokjin mantenia su palabra de que le gustaba la carne tierna, el como con facilidad podia solo morder uno de sus dedos y de esa manera arrancarselos y comerlos a gusto. no hacia falta sal, condimento ni absolutamente nada, solo era cuestion de abrir su boca embocar un diminuto dedo, jalar, masticar y tragar.

"¡Min Yoongi!" grito por ayuda del nombrado, mientras trataba de sacar a su cena. "Min Yoongi, ayudame maldita sea"

Palido, ojeroso y destrozado Yoongi, cruzo la puerta de la cocina, y quiso sorprenderse por la escena, pero juraba que algo dentro de el habia muerto, quizas él, no lo sabia, pero sabia que había algo que estaba terriblemente mal en el.

"Mierda Jin ¿como te arreglas para hacer estas cosas?" mascullo un poco irritado.

"¿Importa? solo ayúdame ¿si?"

"¿Qué te hace pensar que se como sacar a niño?" intorrogo realmente curioso.

"Te he visto usar una bata blanca, supongo que de doctor. Algo has de saber" exclamó con real ignorancia.

Yoongi quiso reír por su estupidez, ciertamente Seokjin pagaba sus estudios, pero este era ignorante en cuanto a lo que Yooigi estudiaba, no porque no haya querido escucharlo, solo que Yoongi no le gustaba hablar.

Para Seokjin, Yoongi era el centro del mundo, el centro de su mundo, Yoongi quería hablar, Seokjin lo iba a escuchar, siempre tendría los oídos del pelirrojo para ser escuchado. Siempre tendría a Seokjin a su disposición, más a Yoongi nunca le interesó.

Y como si un alma del mal hubiera poseído el cuerpo de Min, con una mueca de aburrimiento, camino hacia la mujer que gemia de dolor, y al mismo tiempo pujaba para que su doloroso sufrimiento termine. Min llegó a ella, la miró con lástima unos segundos, pasó su pálida y delgada mano por los cabellos de esta, se aseguró de que no quede cabello alguno molestando la frente de la mujer, le sonrió chiquito, y giró su mirada a la barriga aún proveniente de la mujer, y como si aquello fuera ayudar, se sentó en el estómago de aquella mujer que lanzó un grito después de sentir aquel gran peso encima de ella.