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Myungjun se sentía pésimo, estaba mal físicamente y también psicologicamente.

Aveces no les pasa que uno tiene un pequeño secretillo, una mentirita, una cosita oculta que decides no contar porque no sabes si las personas son de confianza pero luego te das cuenta que si lo son, pero entonces no encuentras el momento indicado y sin darte cuenta ya son cuatro meses sin decir nada.

¿Nunca les pasó?

Vaya.

A Kim Myungjun si le ha pasado, de hecho es gracioso, porque le está pasando ahora mismo.

Con manos temblorosas se levantó la playera, estaba harto de esto, pero no podía dejarlo hasta que se decidiera a contar la verdad.

Iba a hacerlo, iba a inyectarse como todas las noches cuando sus ojos se toparon con un espejo.

Y en el reflejo él.

Dejó la jeringa a un lado, se sentía tan mal amigo, Moonbin lo había recibido en la manada como uno de ellos sin siquiera preguntar sus verdaderos orígenes.

El vivía incluso en la misma casa que el bebé Bae.

Las cosas deben cambiar.

Se puso de pie para salir de su cuarto y caminó como un zombie por el pasillo, sabía que tenía fiebre y también náuseas, pero ya estaba decidido a contar la verdad.

Golpeó en la puerta de la oficina, se dio cuenta que tenía aún la jeringa con la aguja en su mano pero no la soltó.

- ¿Quién es?- ¿Junnie? - Dongmin abrió la puerta, debía estar con su alfa antes de irse ambos a la cama- Dios mio Myungjun, llamaré a Jinwoo te ves terrible.

Arrastrando los pies llego a un sofá, no esperó que Moonbin le diera el pase como debía hacerse frente a un alfa, solo se tiró ahí porque estaba demasiado débil.

-¿Myungjun? - Moonbin lo llamó preocupado.

Escuchó como el lugar se empezaba a llenar con sus amigos, todos ellos preocupados por él.

Minhyuk y Sanha con el bebé en brazos entraron seguidos de Jinwoo y Dongmin.

Dongmin se quiso acercar a él pero no le permitió.

-No, primero tengo que confesar, debo decirlo... - Myungjun no iba a dejar que nada sucediera antes que el pudiera contar su verdad.

-Por favor Myungjunnie, dinos qué pasa- Sanha lo apuro.

-Yo les mentí- Myungjun comenzó a llorar.

Nadie entendió que pasaba, Moonbin como alfa le pidió que continue con la explicación.

-Soy de Seúl, no soy ni cerca de por aquí- Comenzó a hablar.

-Eso no es tan terrible, eres de la capital solamente, nada malo- Dongmin habló.

-Minnie, yo, la razón por la que también me secuestraron... Es que yo...

-¿Qué? ¿Demonios qué? - Minhyuk estaba alterado.

-Soy un omega como tú- Confesó al fin.

Sabía que ellos no le iban a creer tan fácilmente así que se relajó, por primera vez en años no utilizó el truco que su profesor le enseñó.

Segundos después todos voltearon a verlo con asombro, seguramente sentían en su aroma que él era un omega como Dongmin.

-¿Cómo? - Preguntó Moonbin mientras miraba a su pareja con duda - ¿Puedes hacer eso?

-Joder no, no puedo ni creerlo- Dongmin negó tener la habilidad.

- Dame eso que tienes ahí- Jinwoo agarró de su mano la jeringa.

-¿Es droga? Los hombres lobo no podemos usar drogas, no sirven en nosotros- Dongmin sonaba alarmado.

-Es medicina- Myungjun explicó, mierda, cada vez tenía menos fuerza.

-Es un inhibidor de olores- Jinwoo les explicó- Lo que Myungjun hace para no ser detectado seguramente no puede hacerlo dormido, así que usa esto.

Myungjun sonrió, incluso para las cosas malas Jinwoo lo entendía muy bien.

No es que en ese tiempo ellos hubieran hablado mucho sobre sentimientos, a Myungjun le gustaba pero sabía que Jinwoo era un médico enamorado de su profesión sin interés en un compañero.

No es como si Myungjun pudiera ser el suyo.

-¿Dónde? - Jinwoo lo miró a los ojos, sabía lo que le preguntaba.

- Cadera- Myungjun contestó e inmediatamente sintió como Jinwoo se acercaba a él y le subía la ropa.

Escuchó una ola de sonidos de asombro, él también sabía, se veía de la mierda de tantas veces que se había inyectado esa cosa.

-Perdón por mentir, no quería decepcionarlos pero supongo que lo hice- Lagrimas cayeron por sus mejillas.

Escuchó a Dongmin consolarle, incluso Moonbin decía que no había problema y pudo oir la voz de Sanha pero para esa altura no entendía nada que no fueran murmullos ni ruidos a la lejanía.

Sintió su garganta arder, bilis subía un camino hasta su boca haciendo que finalmente vomite y caiga deslizándose por el sofá hasta el suelo.

Sintió su cabeza reventar, a la par que un caos se hacía en la sala.

-Ponlo de lado - Pudo reconocer la voz del médico.

Sería mucho mejor si el se ahogaba con su vómito y moría.

¿Apagaron las luces? ¿O solo era él perdiendo el conocimiento? Su débil cuerpo entraba en un profundo agujero, cada vez menos consciente.

-Perdón, perdón- No estaba seguro si hablaba o solo pensaba en lo que quería decir.

Entonces ya no pensó en nada, no supo nada, todo se terminó y el apagó todos los sistemas quedando a la deriva de quienes estaban ahí con él.

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Hola cositas hermosas ❤️

Lo prometido es deuda y aquí esta la segunda parte de "Jardín de Rosas" nuevamente agradecer a PhieMe por permitirme adaptar esta historia 😍❤️

Sinceramente espero les guste y seguiremos la dinámica anterior, un capítulo diario 💜

Sin mas que agregar, gracias por leer y nos vemos mañana con un nuevo capítulo

Sanando El Corazón | MJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora