La trampa

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KYNIGÓS

Autora: Clumsykitty

Fandom: Marvel.

Pareja: Stony, Winterwidow, otros por ahí.

Derechos: a ser libres como el viento.

Advertencias: esta es una historia AU, es decir, aquí no hay poderes ni super héroes ni cosas así. Hay un tanto de misterio, suspenso del bueno, con un poco de thriller para más placer. Tendremos escenas no muy agradables y situaciones incómodas, sobre aviso no hay engaño que luego me andan regañando por cosas que ya advertimos aquí, por algo se llaman advertencias. Una historia de encargo.

"Kynigós", palabra griega para cazador.

Gracias por leerme.


**********


La trampa.


Comenzamos a hablar,
nos miramos; dejamos de mirarnos.
Las lágrimas ascendían a mis ojos
pero no podía llorar,
deseaba tu mano,
pero mi mano temblaba.
No dejabas de contar los días
para nuestro siguiente encuentro,
pero los dos sentíamos en el corazón
que nos separábamos para siempre.
El crujido del reloj llenaba la habitación,
«escucha», dije, «es tan fuerte
como el galope de un caballo en un sendero solitario;
así de fuerte, como un caballo galopando en la noche».
Me hiciste callar en tus brazos
Pero el sonido del reloj ahogó el latido de nuestros corazones.
Dijiste: «No puedo irme: todo lo que vive de mí
está aquí para siempre».
Después te fuiste.
El mundo cambió. El ruido del reloj se hizo débil,
se fue perdiendo, se tornó minúsculo.
Susurré en la oscuridad: «Moriré si se detiene».

El encuentro, Katherine Mansfield.



Bangor, Maine.



Tony sonrió, un dedo suyo acariciando la suave mejilla rosada de Morgan mientras ella bebía de su pecho, casi quedándose dormida al estar llena, contenta con su leche tibia que la llevó a un dulce descanso entre los brazos del millonario quien la separó, esperando a que sacara el aire antes de recostarla en su cuna, besando su frente al despedirse con su mecano de animales del zoológico girando con una música baja para arrullarla. El castaño entrecerró la puerta con una sonrisa, revisando que no hubiera olvidado el monitor de bebé al retirarse a su recámara, no sin pasar primero por las habitaciones de sus hijos. Las gemelas ya dormían perdidas en sus almohadas, Harley estaba hecho ovillo como era su costumbre, Peter parecía una estrella de mar caída del cielo por su postura.

Negando apenas, caminó con calma y estirando sus brazos hacia su habitación. Bangor había tenido un mal clima, aparentemente una tormenta que los dejó con muchas noches de lluvia, días nublados y un poco de frío que no evitó a sus hijos el practicar sus deportes pues su profesor era estricto en ello, quería que tuvieran una excelente condición física y eso incluía resistir los cambios de temperatura. Tomando en cuenta que algunos alumnos -como Peter- estaban inscritos en competencias escolares, no hubo cómo negarse a su orden. De todas formas, Tony lo agradeció, porque sus dos hijos regresaban a casa lo suficientemente cansados para hacer travesuras, subiendo a tiempo para dormir luego de terminar con los deberes de la casa.

-Hey -saludó Tony al entrar a la recámara, encontrando a Steve leyendo- ¿Qué lees?

-Harley quería que leyera esto.

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