Un amor entre las hierbas [Asa Butterfield Fanfic]

Capítulo 6: En el jardín

*Volvemos a mi tema -Susan*

Son aproximadamente las 10 de la noche. Extrañamente aun el cielo está claro. Acabamos de cenar pizza, que mi madre encargó hace una hora.

Aprovechando que está fregando los platos en la cocina, Paige y yo caminamos sin hacer ruido hacia la puerta corredora que conduce al jardín, a mi bonito jardín. Nos hemos preparado y todo para verle, para ver a mi querido Asa. Ella se ha maquillado y se ha vestido con su ropa para salir de siempre, y yo, simple con mi ropa normal, aunque bien peinada y practicando mi mejor sonrisa. "Ponte solo un poco, ya verás como estás mejor" insiste Paige, acercándome el pintalabios y más maquillaje. Para no tener que aguantar su pesadez, he acabado cediendo y me he maquillado, cosa que tampoco ha estado del todo mal.

Yo voy delante de ella mientras bajamos por las escaleras, sin dejar de mirar hacia la cocina. A estas horas mi madre no me dejaría salir fuera "Pero Susan, mira que tarde es!" diría.

Paige cierra la puerta corredora detrás suyo una vez hemos salido.

-A buscarle -ordena.

Y las dos vamos rápidamente hacia las vallas blancas. Yo miro entre éstas y ella desde arriba.

-No hay nadie -confirmo yo.

-Pues nada, a colarnos.

La miro perpleja, abriendo los ojos sin poder creer nada.

-Es coña, no? -pregunto.

-No -me mira como si fuera lo más obvio- vamos a entrar y vamos a conversar con él.

-Estás loca. No podemos. Su padre nos echaría, eso si no lo hace él mismo.

-Qué nos va a echar, este?

-Paige -digo nerviosa- Le he conocido hace unas.. Siete horas? Nada más. No sé casi nada de él excepto que se llama Asa y vive a mi lado, y es guapo a más no poder... Pero esto no significa que pueda ir colándome en casa de los del vecindario.

-Pues lo haré yo. Picaré a la puerta y nos esperaremos a que salga, entonces ya me habré metido de nuevo en tu jardín y ya. Estaremos cada uno en casa de cada uno, pero podremos hablar. Si?

Pienso. Tampoco es mala idea.

-Y si te pillan? En su jardín, digo. -añado.

Se pone a reflexionar. No creo que vaya a tardar mucho, pues es Paigd y a ella las decisiones "poco adecuadas" le salen rápido.

-Pues me invento algo. Tienes una pelota o un avión de papel para colarlo y hacer ver que se me ha caído ahí?

-No! Paige... Va, entra ya. Que perdemos el tiempo.

Se dispone a saltar con todas las ganas en el jardín de al lado, cuando de pronto escuchamos el ruido de una puerta al abrirse acompañada por un rayo de luz de dentro de la casa.

Por instinto propio, las dos nos agachamos para que sea lo que sea que es no nos vea.

Miro entre las vallas de nuevo y veo nada más y nada menos que a Asa. Ahí, con la misma ropa de hace unas horas y con la misma cara, toda preciosidad. Que cursi.

-Es él -digo mirando fijamente a Paige.

No se si lo he hecho como diciendo "Vayámonos, entremos para que no nos ra" o diciendo "Levántemonos, hablemos con él!"

El caso es que ella mira entre las vallas para verlo, y de un instante se levanta sacando la cabeza de entre las vallas.

Desde donde estoy puedo ver la cara de susto que se le ha pegado al chico. «Genial. Hoy al pobre no le paramos de dar sustos las chicas» pienso.

-Hey! -dice animada Paige.

-Pero qué haces? -le digo susurrando desde abajo.

El chico se la queda mirando un rato. «Ojalá no piense que soy yo».

-...Hola? -dice nervioso.

Se queda callado.

-Asa? -prosigue Paige.

-Mm.. Si. Susan? -pregunta él.

-Ah no! Yo soy su mejor amiga, Paige. Encantada!

Es ahí cuando la cojo y la tiro hacia mi. Ella suelta un ligero "Auch!" y se pone a mi altura.

-Qué te pasa? -dice.

-No digas nada.

-Pero ha salido. Porque no le hablamos?

-Quién.. Está ahí? -pregunta Asa estrañado.

Paige vuelve a levantar la cabeza de entre las vallas.

-Es Susan. Susan levántate, vamos!

Y entonces ya no tengo más remedio que levantarme y dar a luz mi entrenada sonrisa para Asa aunque en el fondo quiera asesinar a Paige.

-... Hola -digo tímidamente.

Ahora si que el chico sonríe con la misma sonrisa de la mañana.

-Hola.

-Qué tal?

-Bien, tu?

-Igual. Mm.. Te presento a Paige.

Mira a Paige.

-Encantado.

-Igualmente. - silencio -Queréis.. Estar a solas?

-No! -digo rápidamente.

Asa me mira sin saber nada.

-Digo, que no. No hace falta. Quédate con nosotros, Paige -corrigo.

-Qué haces aquí? -le pregunta ella al chico.

-Ah. Estaba... Quería.. Relajarle un poco al aire libre. Vosotras?

«Ah si, Asa. En realidad mi mejor amiga ha venido para colarse en tu jardín y picar a tu casa para que salineras y de "casualidad" hablarás conmigo por si luego quieres que nos enrollemos, etc.» se me ocurre. Por supuesto que no le voy a decir algo semejante.

-Mm.. Igual. Siempre va bien tomar el aire, sobretodo en este tiempo.

-Si -sonríe nervioso.

No hay tema de conversación.

Se oyen los grillos.

Y un rato después se oyen los gritos de mi madre desde el otro lado de la puerta corredera.

-Se puede saber qué hacéis aquí?! -grita- entrad ahora mismo!

Miro nerviosa la cocina, donde está mi madre desesperada.

Siempre que hay un momento bonito que vale la pena disfrutar, pum! Aparece mi madre con su desesperación.

-Eh... Susan.. -dice Paige tocándome el hombro mientras mira a mi madre.

-Que sí, que si. -contesto enfadada -Adiós Asa, hasta otra.

Se me queda mirando sin saber exactamente que lo de "adiós" iba para él.

-Ah! Adiós.. -dice pasados unos segundos.

-Que vaya bien. -se despide Paige.

Corremos hacia la puerta y la abrimos.

-Chicas! Qué? Como? Por qué habéis salido? Que haciais?

-Nada mamá. Queríamos ver las estrellas -se me ocurre.

-Las estrellas -repite Paige.

-Vosotras, las estrellas? -Ríe- Entrad ya. Queréis resfriaros o qué?

-No... Solo... No hace tanto frío. -contesto.

-Al cuarto, ya. -dice mi madre.

Mientras Paige ya está subiendo las escaleras, me giro por última vez hacia el jardín, y veo a Asa mirando hacia el mío. Ojalá se le olvide esto.

Ojalá.