Capítulo 5.

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— Gracias Evelyn, ellos aún no sabían nada — miro a Logan asustada por lo que él pueda llegar a decir delante de todos nuestros amigos.

¿Qué mierda está haciendo? ¿está loco?

— ¿Logan? — Trato de que me mire pero solo tiene ojos para fulminar a Evelyn y me entran los calores.

— ¿Qué pasa hermano?, no entiendo nada...

— Kristen y yo somos... — ¡No lo digas Logan!, ¡NO! — novios.

— ¿¡QUÉ!? — gritaron todos los que estaban en la casa, Logan definitivamente se le volaron todos los tornillos del cerebro, está loco. Quiero que la tierra se abra y me trague.

— ¿Eso es cierto amiga? — Livvy llega a mí en un segundo y yo no digo nada. Mis ojos y los de Logan se encuentran, su mirada me lo suplica, me lo imploran. ¡Dios mío!

— Si — suelto de pronto y todos nuestros amigos gritan de felicidad, esto es una locura. Logan también se sorprende, él no esperaba que yo le siguiera el juego — Logan y yo somos novios.

— Veremos cuánto le dura su felicidad — sus palabras sueltan ácido.

— Es más Evelyn, no te preocupes por nosotros. Logan y yo somos tan felices juntos que ni tus malas energías nos van a separar — camino y abrazo a Logan por la cintura — Sígueme el juego — susurro cerca de sus labios mirándolo a los ojos. Me sonríe, esa sonrisa que pocas veces muestra y mi corazón late acelerado, mi cerebro grita que huya pero como soy bien tonta lo ignoró por completo. Somos amigos, los mejores y los amigos se apoyan. Los labios de ambos se rozan, nuestros alientos se mezclan y cierro los ojos dejándome llevar por un torbellino de sensaciones en el cuerpo. Nuestros labios se unen, mi piel se eriza cuando él me aprieta a su cuerpo. Todos están con la boca abierta, estamos besándonos delante de todos nuestros amigos. Me separo de Logan más roja que nunca.

¿Qué hice?

¡Ay Dios mio!

— ¿Vamos al cuarto? — me dice Logan, yo asiento con la cabeza viéndolo a los ojos, sigo roja hasta más no poder — Chicos nos llaman para cenar, Kristen y yo trajimos algo.

Todos asisten impresionados por lo que Logan y yo acabamos de hacer delante de ellos y sin ningún pudor. Me agarra de la mano y me conduce por la casa hasta mi cuarto, al cerrar la puerta le suelto la mano como si me quemara. El se sienta en mi cama agarrándose la cabeza, y yo me tiro en el piso abrazándome las piernas y enterrando mis manos en ellas. Esto es una total locura. No debí besarlo y en un principio él no debió besarme.

— ¿Kristen? — escucho mi nombre pero lo siento lejos, estoy tan abrumada que perdí la noción del tiempo. No se cuanto tiempo llevo en esta posición pero no tengo fuerza para levantarme, tengo la cabeza como un bombo — ¿Kristen, mírame? — no hago nada, no puedo y tampoco quiero verlo, no después de lo que acabo de pasar.

— Vete — susurro.

Fueron dos besos en menos de 12 horas, joder.

— Tenemos que hablar — no le doy respuesta, eso lo exaspera. Escucho un gruñido, puedo sentir que se agacha y me agarra la cara para levantarla. Nuestro ojos se encuentran y los míos se llenan de lágrimas tan rápido que me desespero —No llores, nena — esa palabra otra vez, es la segunda vez en el día que me la dice y ahorita lo menos que quiero es su maldita compasión.

Me levanto furiosa, la rabia se apodera de mí y me limpio las lágrimas con el dorso de la mano.

— Vete Logan. No puedo creer que me hayas utilizado solo para sacarte a Evelyn de encima — le gritó en la cara, si no fuera por la música y la bulla que tienen nuestros amigos afuera me habrían escuchado y todo el teatro del beso no habría servido para nada.

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