3.- El chico ideal de Potter

2.8K 241 95
                                    

3.-El chico ideal de Potter.

Shock...

Así es como estaba Harry.

Sentía aún los labios de ambos mellizos sobre los suyos y no lo negaba, era un exquisito beso, pero ya era mucho ¡se estaba quedando sin aire! Y por más que intentará no podía separase de ellos –no es como si hiciera demasiado esfuerzo–

—C-chicos P-par-ren –logró decir entre el beso más no sirvió de mucho ya que sintió los labios de ¿Tom? Sobre su cuello.

Si, estaba jodido.

"¡Ayuda!" Grito mentalmente, ahogando un suspiro ante los besos que tom repartía sobre su cuello y clavícula, Mattheo no se quedó atrás con sus manos "resbaladizas"; Merlín, estaba jodido, ¡Merlín era un jodido por no ayudarlo!

—¡¿Qué están haciendo?!

Olvidenlo, Merlín no era tan jodido.

—¡Señores Riddle alejen sus manos de mi hijo! –la voz del profesor Snape resonó por los pasillos con enojo, haciendo que ambos chicos se alejaran del chico quien jadeaba.

Harry Pov's:

¡agradecido con el de arriba!

Mi padre me tomó entre sus brazos sujetandome de una manera protectora, pude notar como miraba a ambos Riddle quienes no demostraban ni una pisca de miedo.

Mis respetos.

—¿Se puede saber que demonios hacían con mi hijo? –preguntó papá con enojo que me hizo estremecer....

Odiaba cuando alguien hablaba mientras este enojado, da miedo... no, miedo no, que va ¡me daba terror!

—Besándolo –respondió Mattheo como si nada y yo lo mire incrédulo.

¿Este chico no le tiene miedo a nada?

—100 puntos de Slytherin a cada uno –gruñó Papá.

Uy, si estaba muy enojado.

—¡¿Qué?! ¡¿cien cada uno?! –grito Mattheo exasperado.

Uh, uh terrible error.

—¡No me levante la voz, que serán otros 50! 

Se los dije... bueno, lo pensé.

—¡largo de mi vista ustedes dos!

[•••]

Estaba sentado en uno de los sillones de las habitaciones privadas de mi padre, en mis manos  tenía una taza de chocolate con cacao que me había preparado papá quien extrañamente estaba aquí.

Sospechoso.

—¿y bien?

Omnisciente Pov's:

Lupin pregunto mirando a su enojado esposo y luego a su adorado y tierno hijo amante del chocolate, gusto que aprendió de su padre Remus –para desgracia de Severus odio el chocolate Snape–.

El ganado de PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora