6.-Primera Cita

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6.-Cita con Tom Ryddle

No lo negaba, ya se estaba cansando de esta situación a pesar de que el la había comenzado, ¡ningúno de los chicos lo dejaban en paz! Ya no sabia que hacer.

Había pedido algún consejo a sus amigos ¡hasta a sus padres! pero la única respuesta que recibía era

"Tu te metiste en esto, tu saldrás sólito de esto"

No lo dijeron con esas palabras, bueno, ni si quiera eran las mismas, pero daban a entender eso.

Pensaba hablar con ellos después de comer algo pues tenía hambre, y cuando tenía hambre no pensaba bien.

Pero al parecer, la suerte estaba de su lado, ellos habían llegado a él, así que aprovecho a quedar en un acuerdo, no sólo hablaron sobre con quien de los Ryddle iría primero, si no también que tendría una cita con los 6 y a parte de eso, pasar una semana con cada uno...

Les iba dar el privilegio de tener una semana con él, nha mentira, más que privilegio era una pena...

Pobrecitos de ellos...

En fin...

Necesitaba ayuda para saber que ponerse...

La única persona que tenía buen sentido de la moda era Ginny su mejor amiga -Hermione no contaba como su mejor amiga, si no como su hermana- así que prácticamente rogándole, le pidió que si le ayudaba a elegir que ponerse.

—Te debo una -dijo una vez estando en el cuarto de la chica pelirroja, ¿cómo es que el castillo lo había permitido? No tenía ni idea.

—Me debes más de una, bien ahora lo importante ¿sabes donde te ha a llevar?

—Solo me dijo que lo viera en Hogsmeade...

—Agh, ¡Harry! Bien... en estos casos hay que buscar un atuendo informal pero a la vez no tanto...

La miro procesando lo que dijo ¿a caso era posible conseguir un atuendo así?

—Pero no tengo nada, la ropa que tengo es muy grande para mí y esta desgastada, a parte las pijamas y ropa que me compraron mis padres...

No tenía mucha, por petición de él, pues aun no se acostumbraba a él hecho de qué podía pedir cosas sin hacer nada a cambio, y a parte no le gustaba que gastaran dinero en él.

—Bien, eso es otro problema -señaló- Merlín Harry, tienes pretendientes con dinero ¿por qué no le pides que te compren algo?

Sabía que bromeaba, en parte.

—¡Ginny esto es serio! -hizo pucheros.

—Okey, okey; ¿por qué no le pides a tus padres?

—No me gusta mucho pedirles cosas...

Ginny suspiró.

—Bien, bien... veamos que hacemos.

Las siguientes horas buscaron ropa que Harry podía ponerse, entre ellas una falda que Ginny en modo broma se pusiera.

Harry nunca admitiría en voz alta que por un momento fugaz, la idea no le pareció mala.

El ganado de PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora