Conejos y manzanas

Capitulo 1: Debo huir

El reino de los Wei, era sumamente prospero no era un gran imperio, pero los habitantes del lugar amaban a sus generosos reyes: Wei Changze y Wei Sanren, cuando tuvieron a su primera hija todo el reino celebró, fue una celebración de una semana, la pequeña se llamaba Wei Wuxian, todos la querían era igual de bondadosa que sus padres, ademas su alegría la trasmitia a todos en el reino, cuando Wuxian cumplío 15 años, unos días despues de su cumpleaños su padre cayo enfermo, nadie sabía cual era el mal que lo agobiaba, y como era de esperarse falleció tres meses despues, el luto fue llevado en todo el reino, al mes siguiente los démas nobles, mencionaron que según una antigua ley del reino, la reina ahora viuda debía contraer matrimonio, todo ello era injusto, pero no se podían negar, unos días despues se presento ante Sanren, el primo de Wei Changze, Jiang Fengmian.

Este era un hombre ruin, siempre había querido tener lo que su primo tenía, el reino, el dinero, el poder e incluso a su esposa, nunca estaba satisfecho con nada, por ello cuando recibió la carta informandole la muerte de su primo, se alegro de tal manera que sería imposible describir, pues el era el más pronto a heredar el trono, solo tenía que casarse con la reina y adoptar el apellido Wei, era sencillo, despues podía hacer lo que quisiera, cuando llegó al palacio fingió que la noticia lo había entristecido, cuando se acercó a Sanren y Wuxian incluso lloró más que ellas.

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Una semana pasó desde la ceremonia por el entierro del rey Changze, y se llevo a cabo la boda, fue algo sencillo, aunque esto no agrado para nada a Fengmian. Una vez casados Fengmian fue coronado como el nuevo rey, el día de la coronación asistieron todos los nobles, Fengmian no era para nada parecido a Changze, el se sentia superior a los demas, cosa que notaron los démas nobles, pero ya era demasiasdo tarde para echarlo, desde aquel día todo el reino se volvió sombrío, solo la siempre sonriente Wuxian alegraba las calles del reino, una tarde en un día de té al que la reina y la princesa fueron invitadas, Wuxian se puso un vestido que definia su silueta delicada, principalmente marcaba su delgada cintura, Fengmian al verla la anhelo, deseo tenerla y emprendió en un plan malvado, Wuxian se parecia a su madre y a su padre, poseía unos ojos plateados, unos cabellos largos y negros y una sonrisa que calentaba cualquier corazón, Fengmian decidió envenenar a Sanren.

Seis meses habían ya pasado desde que Fengmian había iniciado con su plan, los estragos ya se iban notando en Changze, al tercer mes cayo en cama, y desde ese entonces Wuxian no se alejo de su madre, aun así siguio sonriendo, y al sexto mes Sanren empeoró, y falleció, Wuxian lloró como nunca, Fengmian ni siquiera asistió al funeral, ahora Wuxian planeaba casarse con algún noble, pero Fengmian había pensado támbien en ello, por eso la muerte de Sanren se llevo en 6 meses, pues en este tiempo aun no se había validado el cambio de apellido de Fengmian, los nobles informaron a Wuxian que ahora ella era la que debia casarse con Fengmian, porque así la norma lo dictaba, Wuxian quizo refutar, y le explicaron entonces que el proceso del cambio de apellido se demoraba casi un año entero, ademas que esta solo era valida si el conyugue aun seguía vivo, al entender ello Wuxian supo que su tío Fengmian no era un hombre bueno y haría lo que sea por conseguir lo que quisiera, entonces se propuso firmemente no casarse, ella huiria, con ayuda de sus amigos animales, desde esa noche se encerró en la habitación, al día siguiente cuando Fengmian escucho la noticia fue a la habitación de la joven -Wuxian abreme la puerta-

-Querido tío, se que nos hemos de casar por ello pido que venga aquí con el sacerdote y los nobles de cargo más alto, deseo decirles algo-

-Está bien- Fengmian estaba irritado, pero nada podia hacer, asi que mando a llamar a todos los que Wuxian solicito.

-Ya están todos Wuxian-

Detras de la puerta Wuxian habló -Quiero que se sepa que no me opondré al matrimonio, solo deseo que cumplan con unos requerimientos que tengo-

-Esta bien- respondieron al unisono los presentes

-Deseo tres vestidos: uno dorado como el sol, otro pálido como la luna y el tercero brillante como las estrellas.