Deliciosa Maldad [Tamaki Villano x T/N] +18

DOLOR, DESEO Y RESPUESTAS

¡Hola! soy su autora, les aviso que el capitulo es LARGO.

Me esforcé mucho escribiéndolo, ojalá les guste ♡

Después de que se besaran los nervios de ambos se habían desvanecido. Tamaki seguía siendo él, y parecía que ahora estaba mas seguro estando cerca de ti. Ambos hablaban cómodamente mientras terminabas de comer.

—Te quiero hacer una pregunta —Soltaste terminando de comer el ultimo Dango. Tamaki asintió.

 —Claro. Pregunta lo que quieras. 

—Bueno, en realidad, no se como decirlo —Era un tema difícil, titubeaste un poco —¿Qué paso contigo después de lo de Mirio?—Tamaki se tensó cuando mencionaste a Mirio.

"¡Rayos! Metí la pata" El ambiente cómodo desapareció, se volvió pesado, sentiste que habías no debiste hacer esa pregunta. Tamaki parecía no querer hablar del tema y obviamente no lo obligarías a contarte lo que vivió, sabes que cuando este listo lo hará. 

—¡Olvida lo que pregunté! No es el momento para hablar de eso —Tamaki asintió aliviado.

—Estoy de acuerdo— Ambos estaban incomodos. Jugabas con el palillo de los dangos buscando un nuevo tema de conversación. Talvez uno feliz, de su vida anterior, para alegrar el ambiente un poco, esperabas poder mejorar el animo de Tamaki

—¡Ya sé! ¿Sabias que me gustabas? Quiero decir, antes de todo esto ¿Ya te habías dado cuenta?

No estabas segura si con la pregunta el ambiente incomodo desaparecería, aunque la pequeña sonrisa que se le escapó a Tamaki te alivió. Una sonrisa bella y pura que te olvidó de los problemas por un momento.

—La verdad es que la gente me lo decía pero nunca lo quise aceptar, bueno— Sonrió divertido — El día de las galletas, ese día me di cuenta que yo te gustaba.

—¡Oh! Ese día... Ya veo—Te sonrojaste de vergüenza.

Jamás lo olvidarías ese día, hiciste el ridículo de una manera tan magistral que estabas segura que harían leyendas de lo tonta que fuiste. De hecho, muchas veces metiste la pata tratando de acercarte a él, todo gracias a tus amigos y sus locos planes para emparejarlos.

Recordarlos hizo que sintieras un vacío en el corazón, no sabias si los volverías a ver. Tamaki notó de inmediato tu cambio de animo y se acercó a consolarte.

Tomó tu mentón acercándote a el, su mirada estaba clavada en tus labios. Se acercaba lentamente, tan despacio que parecía una tortura. Paro justo antes de tocarlos, se quedo inmóvil, como si esperara el momento perfecto para besarte, tardo un poco pero al fin te besó.

Así como su primer beso, este era dulce aunque tenia algo diferente, se sentía un poco amargo, como si Tamaki estuviera abriendo su corazón y te compartiera también una parte de su dolor. Querías más, necesitabas saber que tan afligido estaba, sentir todo lo que estaba sufriendo.

Llegaron a un punto donde el beso se tornó más apasionado teniendo que se separarse para recuperar el aliento. Los ojos de Tamaki te observaban atentamente, parecía poder hablarte con la mirada, pidiéndote que lo consueles, que lo ames, como si estuviera apunto de caer y solo tu lo pudieras sostener.

Su ojos estaban sumamente tristes pero también llenos de deseo. Lo entendiste perfectamente porque sentías lo mismo, ambos querían dejarse llevar por la excitación, como si cediendo al deseo pudieran consolarse mutuamente liberándose de esa soledad que los atormentaba. Estaban a punto de caer en la lujuria.