Deliciosa Maldad [Tamaki Villano x T/N] +18

¿QUIÉN ERES?

Pasaron lo que para ti fueron horas en la oscuridad de la habitación. Hasta que volviste a escuchar como alguien bajaba por las escaleras y sentiste como el pánico se apoderó de tu cuerpo

"¡Dios! Tal vez se arrepintieron y ahora sí quieren matarme".

Te pegaste a la pared esperando que activarán el mecanismos de nuevo. Pero no pasó, en lugar de que la cadena se acortará, una luz se encendió en la habitación. Te cegó por un instante hasta que pudiste ver con claridad quién había entrado.

—No sabía que te dejaron a oscuras. Disculpame.

Era Tamaki, tenia una bolsa de plástico en las manos

—Te traje unas cosas —Saco una cobija y un paquete que parecía de comida y los dejo en el suelo —Es Takoyaki y Dangos. Se que te gustan.

Camino hacia una de las paredes, se apoyo en ella y cruzo los brazos esperando a que te acercaras a la comida.

Te sorprendió verlo con tanta confianza. No estaba encorvado, ni viendo a la pared. Estaba ahí con una pose de chico malo que jamás creíste que haría.

—¿Quién eres? —Preguntaste con desconfianza alejándote lo mas que pudiste

—Tamaki Amajiki, tu sempai —Hablaba como si fuera obvio —Ya sabes, por quien estabas llorando cuando te secuestré.

Se veía exactamente igual a él, pero su caminar, el timbre de su voz, su mirada eran muy diferentes, parecía como si alguien mas estuviera dentro de su cuerpo.

—Tu no eres mi Sempai —La seguridad en tu voz hizo que se confundiera —Mi Sempai nunca se hubiera unido a la Liga de Villanos, jamás me hubiera secuestrado ni mucho me traería a un lugar como este.

—Pues una perdida como la que sufrió Tamaki hace que la gente cambie —Respondió tajante —¿No lo crees? —Sonreíste victoriosa, sintiendo que lo habías hecho confesar.

—¡No diablos! —Se dio cuenta de su error —No quería que se escuchara como si no fuera él. Si soy el, solo que somos. —Parecía desesperado por quererse explicar

Alzaste una ceja con confusión, no pensabas que la Liga de Villanos te intentara engañar de una forma tan tonta. Ser joven no te hacia estúpida, pero su forma de actuar y el como se desesperó parecía natural, así que le seguiste el juego.

—¿Cómo que son? Explícate —Exigiste al impostor.

—Es extraño y suena a locura, pero cuando Tamaki perdió a Mirio yo aparecí. No soy Tamaki, solo que a veces yo puedo controlar su cuerpo, aunque después de un tiempo el regresa a controlarlo —Su voz sonaba frustrada, como si estuviera harto de la situación —No podemos decidir cuando pasa el cambio, es aleatorio.

No le creíste nada de lo que te dijo, sin embargo en todo momento te miraba a los ojos y algo dentro de ti decía que era verdad. Pero sabias que no podías confiar tan rápido, necesitabas pruebas, algo que te asegurara que su historia era verdadera.

—¿Qué estupidez es esa? —Cruzaste de brazos desconfiada.

—Es en serio, el esta aquí —Señaló su cabeza —¡Y el inútil no deja de gritarme que por favor haga que comas! —Parecía que estaba a punto de pelearse con si mismo.

—De acuerdo. Prueba que eres mi Sempai —Te miró confundido —¿Cómo fue que nos conocimos? y mas te vale que seas muy especifico si quieres que te crea —Tomaste las cadenas como amenaza, estabas convencida de golpearlo si algo no coincidía.

—¡Bien! —Se sentó ya harto de la situación —Pero ya come, que no me deja en paz.

Te sentaste tomando el paquete, al principio dudaste si debías comerlo, no sabias si tenia veneno o droga. Pero si quisieran matarte solo lo harían, estabas totalmente desprotegida. Además, necesitabas toda tu fuerza si ibas a pelear o escapar.