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Desde el instante en que Jungkook había visto a Sophia, había tenido que combatir tanto su atracción hacia ella como las exigencias de su dragón. Con los niños de pie delante de él, su dragón se estaba comportando... por el momento. La bestia sólo pensaba en follarla una vez cada treinta segundos, lo cual era sólo marginalmente mejor que tener una transmisión constante de necesidad y deseo en su cabeza.

Cuando ella se paró junto a él, la mezcla de su aroma femenino con el suyo, debido al embarazo, provocó que fluya un abrumador sentido de protección a través de su cuerpo.

¿Por qué la abandonaste? Ella es nuestra. Deberíamos llevarla a casa. Atesorarla. Darle placer. Follarla.

No ahora. Necesito ayudar a los jóvenes. ¿O quieres dejarlos vulnerables?
Esa idea silenció a su dragón. Proteger a los jóvenes era lo más importante.

Sophia le preguntó si iba a presentarla y él se volvió a su clase de la mañana.

—Esta es la señorita Sophia Hall. Probablemente ya la han olido, pero es una hembra humana. A partir de hoy, vendrá al menos una vez por semana para enseñar los estudios de los humanos. —Se volvió hacia la mujer—. Son todos tuyos.

Apenas registró lo que ella dijo luego mientras estudiaba la curvatura de su mejilla, o la forma en que el sol proyectaba destellos rojos en su cabello. Su top se aferraba a sus pechos como si lo tentara, al igual que sus vaqueros abrazaban sus caderas y suave trasero, recordándole cómo era follarla por detrás.

Todo acerca de su cuerpo lo atraía.

Resistió hacer una mueca. ¿Qué diablos le pasaba? Nunca antes había sentido tanta atracción por una mujer. Decidido a no caer presa de su lujurioso cuerpo curvilíneo, volvió su mirada hacia sus estudiantes.

Justo cuando Sophi les decía que le pregunten cualquier cosa, y la mano de Misa se levantó.

—Entonces, ¿Yo estaba en lo correcto? ¿Llevas al bebé del señor Jeon?

Miró a la mujer cruzar los brazos sobre su pecho. Sólo a través de una voluntad arraigada evitó mirarlos.

—Sí. Pero ya que las cambia-formas también se quedan embarazadas y tienen hijos, ¿Qué les parece si me preguntan algo relacionado con las costumbres humanas?

Uno de los muchachos gritó:

—He oído que a los humanos les gusta recoger dientes y garras de dragón y llevarlos en el cuello. ¿Es eso cierto?

—Cientos de años atrás, sí, lo era. Sin embargo, desde entonces, las cosas han cambiado. En estos días, hay un tipo de tregua entre la mayoría de los seres humanos y los cambia-formas dragón.

El chico parecía no estar convencido.

—Entonces, ¿Por qué algunos humanos nos persiguen?

Jungkook deseaba escuchar su respuesta. Sophia se tomó un segundo.

—Porque, al igual que con los cambia-formas dragones, algunos humanos siempre serán idiotas e ignorarán las reglas.

—¿Eres uno de esos idiotas?

Soph sonrió.

—No, no lo creo. En realidad, he estudiado a los cambia-formas dragones durante años. Algún día, quiero escribir un libro y ayudar a eliminar los rumores desagradables.

Eso despertó la curiosidad del hombre dragón. ¿Era sincera la mujer o simplemente decía lo que los niños querían oír?

—¿Qué rumores? Como que, ¿Todos los humanos creen que somos monstruos fuertes y feroces? O también he oído que piensan que robamos sus pertenencias en medio de la noche. Y hay uno sobre nosotros respirando fuego. O...

sᴛᴏɴᴇғɪʀᴇ ᴅʀᴀɢᴏɴs || ʟɪʙʀᴏ ɪ || sᴀᴄʀɪғɪᴄᴇᴅ ᴛᴏ ᴛʜᴇ ᴅʀᴀɢᴏɴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora